El miedo de consumir agua contaminada en la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México (CDMX), sigue latente.
Las escuelas son un punto vulnerable, ya que aunque se han llenado las cisternas con agua de pipas del Sistema de Aguas de la Ciudad de México que tienen la leyenda “potable”, los papás de la primaria “Hispanoamérica” se niegan a que sus hijos consuman este líquido.
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Ante la desconfianza, acudieron al parque “Alfonso Esparza Oteo”, para solicitar a la Secretaría de Inclusión y Bienestar una alternativa.
“Fuimos y solicitamos garrafones, había una fila enorme, y nos dijeron que no, que ya habían llenado las cisternas y ni siquiera la cisterna la llenaron al 100 %”, señala Liceleth Sánchez, madre de familia.
La comunidad escolar mostró preocupación, pues hay menores que presentan afectaciones a la salud, como refiere Sugey Velázquez, otra madre de familia que afirma que a su hija se le han manifestado “ronchitas en la piel”.
Otro sector preocupado es el de la venta de alimentos preparados. Cocinas económicas y fondas han resultado afectadas. En el “Mercado Tlacoquemécatl”, a plena hora de la comida, las mesas están vacías.
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“Si hemos visto una disminución en la clientela, porque piensan que nosotros estamos cocinando con el agua contaminada”, refiere Ricardo Linares, secretario general del “Mercado Tlacoquemécatl”.
En edificios, como el de la calle Pennsylvania, en la colonia Nápoles, permanece la incertidumbre. Paulina Alejandre, señala que aún no confía en que el agua esté limpia.
“Siento que nos va a pasar como cuando el COVID, de que están limpias las cosas, no están limpias, así vamos a estar con el agua”, asegura.
