Cada que Josefina utiliza su lavadora, envía el agua a un mini humedal que hizo en el patio de su casa, en Xochimilco al sur de la Ciudad de México.
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El líquido cae en este espacio, que tiene vegetación acuática y por lo menos de 3 capas de roca, para infiltrar el agua al subsuelo con menos contaminantes.
Espacio creado con asesoría de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural.
“Viene aquí el tubo, aquí llega. Y pues yo tuve asesoría de los compañeros de CORENADR que me dijeron cómo hacerlo”. Josefina Ruiz
El objetivo de estos espacios es infiltrar el agua proveniente de lavaderos, lavabos y tarjas, con la menor cantidad de contaminantes posible.
“Generalmente las aguas negras y las aguas grises se combinan, si uno va a cualquier casa el funcionamiento es así, sin embargo podría haber un aprovechamiento de estas aguas si la separáramos”. César Abarca | Subdir. Conservación y Beneficios Ambientales, CORENADR
Así el agua puede llegar más limpia y con mayor facilidad, a los mantos freáticos… o tener un segundo uso.
“Diferentes tareas como por ejemplo el regado de un jardín, la producción agrícola o volverla a utilizar otra vez para el baño”. César Abarca | Subdir. Conservación y Beneficios Ambientales, CORENADR
Elaborarlos cuesta en promedio mil 500 pesos.
Rosalba también tiene uno, pero está conectado a su lavadero.
“Yo estoy feliz de tener, hermoso esto, mi jardín, mi humedal”. Rosalba Flores
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Hasta ahora suman 800 humedales, juntos captan en promedio mil 600 litros de agua, solo en un día.
