A golpes y empujones, comerciantes ambulantes han logrado imponer su fuerza para poder vender en calles del Centro de la Ciudad de México.
Pelean con policías, a pesar de que están prohibidas las actividades no esenciales para reducir contagios por COVID-19.
Con cámara oculta un comerciante confirmó que una vez que la autoridad deja el sitio, regresa el ambulantaje.
“Es que no nos dejan poner y como se hace el ‘despapaye’ porque luego llegan ya los policías y nos quitan. Pero luego ya en las tardes se van y otra vez nos ponemos”.
En calles del Perímetro B como Manuel Doblado, Florida y José Joaquín de Herrera se han colocado vallas metálicas para reducir la movilidad.
“No hay actividades, no hay ventas, no hay paso, únicamente salida”
Policía
Sin embargo, en este perímetro llegan por miles a hacer compras. Los mismos comerciantes se disputan el derecho de piso.
Reportero: “¿Por qué no puede estar ahí?
Vendedora: “No, porque ahorita no nos permite la delegación meter toreros, con trabajo nos están dejando torear”.
En contraste, las tiendas establecidas sí han acatado el cierre de actividades.
Recorrimos algunas calles como Allende, Palmas, Madero, Venustiano Carranza y Tacuba y observamos que solamente están abiertos restaurantes con servicio para llevar, farmacias y sitios de hospedaje.
“Nosotros intentamos seguir los pasos y evitar que la pandemia siga, pero económicamente a nosotros nos afecta muchísimo, entonces como a los informales les toca a nosotros también nos gustaría, ¿no?”.
Diana Margarita | Comerciante establecida
En tanto, aunque hay policías vigilando, los comerciantes informales simplemente los “torean” para seguir vendiendo durante la emergencia sanitaria.
