En la Ciudad de México (CDMX), un inmenso cementerio de tanques de gas hace que casi todas las noches, César y su esposa salgan de su departamento por el fuerte olor a combustible.
Además de afectar su calidad de vida de los habitantes de la alcaldía Miguel Hidalgo, los quejosos temen que el gas licuado de petróleo (LP, de uso doméstico) que escapa de los cilindros cause una explosión o los enferme.
“Es tan fuerte en las noches el olor, tan insoportable, que pareciera que la estufa está mal cerrada”
César Rivera
Imágenes aéreas de la agencia de noticias Agence France-Presse (AFP) muestran la acumulación de miles de viejos tanques multicolores en una antigua refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex), rodeada de barrios populares entre la alcaldía Azcapotzalco y Miguel Hidalgo, en el oeste capitalino.
Los tanques, con capacidad de 20 a 30 kilos, y expuestos por estos días a altas temperaturas, acentúan la imagen de abandono de la planta 18 de marzo, en desuso desde 1991.
“La administración del edificio nos ha pedido que no se fume, que no se usen los quemadores de la estufa cuando el olor es más fuerte. Nos ha modificado completamente la vida“, dice César junto a vecinos inconformes con el depósito.
Este programador web dice que padecen este problema con el cementerio de tanques de gas de CDMX desde hace ocho meses, pero recién en enero supieron que el olor provenía del otro complejo petrolero.
Los riesgos de vivir cerca del cementerio de tanques de gas de la CDMX
Inoloro, el gas LP está compuesto por butano y propano, y le mezclan mercaptano para que su olor nauseabundo permita ser detectado.
“Aunque los gases producto de su combustión no son tóxicos ni cancerígenos, en caso de fugas se forman nubes que pueden ser explosivas y puede asfixiar a las personas que se encuentran en espacios pequeños“, señala la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía en su página de Internet.
“Tenemos ganas de vomitar y fuertes dolores de cabeza”, comenta José Juan Macías, en su carpintería vecina de la planta. En las tardes cierran las ventanas del local pese al calor.
“Las autoridades dicen que no pasa nada, pero todos pensamos aquí que sí tiene cierto peligro, entonces siempre tenemos precauciones de no prender nada cuando huele mucho por el miedo a que haya una explosión”
José Juan Macías
“Gas LP contribuye a la formación de ozono”: especialista de la UNAM
Los bomberos de la central de Tacuba reciben a diario reportes de fugas de gas, pero en realidad se trata de los tanques.
“Hemos ido a la exrefinería, pero no nos atienden“, refiere el encargado de la estación, César Suárez, quien advierte que la falta de información y coordinación limita el desarrollo de un plan de emergencia.
Ricardo Torres, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que una vez mezclados, los componentes “no se pueden separar“.
“Si los vecinos de la refinería están oliendo todo el tiempo, es porque los tanques aún tienen residuo de todos los elementos”
Ricardo Torres, investigador de la UNAM
El especialista alerta además que el gas LP contribuye a la formación de ozono, que a nivel del suelo es un potente contaminante para las personas y el medio ambiente.
“Es una bomba de tiempo”
César Rivera.