La policía vigila de cerca bailarines y visitantes en los carnavales de la Ciudad de México (CDMX) en pueblos originarios de la alcaldía Iztapalapa, como Santa Cruz Meyehualco, incluso con despliegue de militares. Los operativos se llevan a cabo para evitar el uso de armas de fuego, así como el consumo y venta de bebidas alcohólicas en la calle.
“Nos ayuda la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Secretaría de Seguridad Ciudadana con todos sus agrupamientos y la Subsecretaría de Tránsito, la Policía Auxiliar por parte de la Alcaldía. También entra la Fiscalía, Ministerios Públicos, Policía de Investigación. Y un gran grupo de la dirección general de gobierno y de la alcaldía, para hacer un blindaje íntegro a esto”.
Pablo Tapia, Coordinador de Combate a la Delincuencia en Iztapalapa
Hay que recordar que está prohibida la venta de bebidas alcohólicas.
“Se publicó por parte de la alcaldía la Ley Seca, para efecto de que se evite la venta de bebidas alcohólicas. La idea es que se le llama a la población para efecto de que hagan caso a este ordenamiento legal, se les pide a las comparsas, pues, que no traigan armas de fuego, principalmente que no se detonen armas de fuego”.
Pablo Tapia, Coordinador de Combate a la Delincuencia en Iztapalapa
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Bailarines en el carnaval están de acuerdo con evitar el uso de armas
Brian, que durante el evento baila en una comparsa y viste un traje de charro, explica que, poco a poco, han dejado la tradición del uso de armamento.
“Sí, anteriormente les gustaba, por la vestimenta también el charro siempre era de portar arma. Con todo lo que ha pasado últimamente, se ha ido quitando ese aspecto de las armas”.
Brian Ciprés, bailarín
En el caso de Dilan tiene 10 años, pero a su corta edad conoce bien los carnavales, con todo y sus riesgos.
Ataviado también con un traje de charro, admite que las corporaciones de seguridad, a todos les hacen sentirse más tranquilos.
“Ahorita ya más seguros porque como ve hay mucha patrulla, ya nos sentimos más seguros”
Dilan, bailarín
Nathalia también baila, ella con traje de adelita en una de las comparsas, cuenta que los organizadores, tienen sus propias restricciones para evitar el consumo de alcohol.
“Por ejemplo, aquí tenemos la regla de no ir tomando y pues que el carnaval es para disfrutarse. No para llegar y tirarse en el piso o hacer un desfiguró. Es mejor moderar el consumo de alcohol”.
Nathalia, bailarina
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Ni armas ni venta de bebidas alcohólicas en Iztapalapa
Además, tanto consumidores como vendedores de bebidas alcohólicas podrían ser detenidos.
Los carnavales continuarán en el oriente del Valle de México durante marzo y las autoridades mantendrán dispositivos, para evitar excesos y violencia.
“Se les pide a las comparsas que no traigan armas de fuego, principalmente que no se detonen armas. Ya tuvimos algún incidente de la semana pasada, en el pueblo de Santa María Aztahuacán, en donde un par de charros hicieron detonaciones. Fueron detenidos y remitidos ante las autoridades por hacer disparos con armas prohibidas reservadas al Ejército”.
Pablo Tapia, coordinador de Combate a la Delincuencia, Iztapalapa
