Las imágenes desde el aire en la Basílica de Guadalupe, ante la llegada de los peregrinos, dejaron postales increíbles. Reflejan la visita de los fieles para celebrar a la Virgen en el recinto religioso ubicado al norte de la Ciudad de México (CDMX).
Como cada año, peregrinos de todo el país, y del extranjero, llegaron desde una semana antes para celebrar a la Guadalupana este 12 de diciembre. Principalmente, vienen de Pachuca, Puebla, Toluca y Querétaro.
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¿Por qué vienen peregrinos a celebrar a la Virgen de Guadalupe?
Las creencias de los fieles mexicanos indican que el 9 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se le apareció por primera vez al indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Esto, en el sitio donde está erigida la Capilla del Cerrito.
Por ello, hombres, mujeres y niños acuden en peregrinaciones desde sus lugares de origen y pernoctan en el atrio de la Basílica de Guadalupe. Ahí, cantan “Las mañanitas” a la Virgen morena, en recordatorio del milagro de sus apariciones a Juan Diego.
Este 2023, desde las alturas, las imágenes dieron testimonios de la fe de los creyentes. Éstos abarrotaron la entrada a la Basílica para darle gracias a la Virgen de Guadalupe por los favores otorgados.
Las postales dieron testimonio de las casitas multicolores de campaña que se acomodaron para poder ver a la Virgen a primera hora de este 12 de diciembre.
Los peregrinos, resistiendo las condiciones climáticas, como los fríos helados de la temporada, fueron recibidos por ciudadanos que se organizan para darles alimentos y bebidas, como parte de una acción de gracias. Además de los apoyos del Gobierno de la capital mexicana que instala puntos donde pueden descansar, hidratarse, recibir comida y hasta cobijas.
“El fervor de los mexicanos no sólo se manifiesta en sus tradiciones, devociones o peregrinaciones, sino también en sus obras de caridad hacia los demás. En la noche del 11 y la madrugada del 12 de diciembre, como muestra de agradecimiento a la Morenita, numerosas familias regalaron alimentos a los peregrinos que acudieron a visitarla en el Tepeyac”.
Arquidiócesis Primada de México.
Desde los cielos se captaron a los miles de visitantes, quienes cargaban las imágenes de la Guadalupana.
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La Capilla del Cerrito y las cinco apariciones de la Virgen de Guadalupe
La Capilla del Cerrito ha sido inmortalizada en las imágenes que quedarán para los fieles este año, de su visita a la Virgen de Guadalupe.
De acuerdo con la Arquidiócesis Primada de México, una de las cinco apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego fue en la Capilla del Cerrito, en la Villa de Guadalupe. Recinto que también es visitado en la Basílica.
En la actualidad, este manantial es una capilla considerada joya del barroco. Ahí, además de poder admirar sus cúpulas cubiertas de talavera poblana, se pueden observar cuatro pinturas que representan cuatro de las cinco apariciones de la Morenita del Tepeyac, como cariñosamente le llaman también sus fieles.
Las apariciones de la Virgen de Guadalupe que están plasmadas en las pinturas de la Capilla del Cerrito:
Primera aparición: 9 de diciembre de 1531. Al pasar por el Cerro del Tepeyac, Juan Diego escuchó una dulce voz que de la cumbre lo llamaba:
“Juanito, el más pequeño de mis hijos, mucho deseo, mucho quisiera, que se me construya en este lugar un templo”.
Segunda aparición: 10 de diciembre de 1531. Juan Diego encuentra a la Virgen, quien le habría revelado su identidad y lo cita para el día siguiente:
“Yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdaderísimo Dios por quien se vive”,
Tercera aparición: a las 6:00 de la mañana del 12 de diciembre de 1531. Juan Diego encuentra a la “Señora del cielo”, que le habría dicho:
“Que nada te inquiete, que nada te perturbe, tu tío ya sanó, ¿no estoy yo aquí que soy tu Madre…?”.
Después de que lo mandó a cortar las rosas, la Virgen las tocó y lo envió con el obispo Zumárraga, para entregarle la prueba solicitada por éste.
Cuarta aparición: el 12 de diciembre de 1531. Frente al obispo Fray Juan de Zumárraga, Juan Diego desplegó su ayate y mientras las rosas se esparcían al suelo, apareció plasmada en la burda tilma la prodigiosa imagen de la Virgen, Santa María de Guadalupe.