Este 2 de octubre la bandera de México fue izada a media asta en la Plaza de las Tres culturas de Tlatelolco en la Ciudad de México (CDMX), para conmemorar el movimiento estudiantil de 1968, un episodio sangriento en la historia, no solo de la capital, sino del país entero.
En una ceremonia encabezada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y representantes del movimiento del 68, se realizó una guardia de honor frente a la Estela de Tlatelolco, donde cantaron el Himno Nacional.
En su intervención, la mandataria local aseguró que el momento histórico “de cambio” que vive el país se logró gracias a la lucha social, condenó lo ocurrido hace 53 años en ese lugar y resaltó que, ahora, se vive un momento de “democracia y libertad”, en donde nunca más el estado reprima a los jóvenes.
Decimos no se olvida porque, si olvidamos, se repiten las mismas historias, un estado autoritario qué fue capaz de acribillar y encarcelar a jóvenes que pedían democracia, que exigían la no represión, qué estaban en contra de un estado autoritario, y que lo que recibieron frente a la exigencia de diálogo fue una traición y fueron balas.
Dijo Sheinbaum
Por su parte, el presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, afirmó que la sangre derramada dejó una marca imborrable y su “herida no será cerrada jamás”, sin embargo dijo que gracias al sacrificio, México dio un paso histórico para reformar al poder público.
Esas vidas no se perdieron en vano, su espíritu sigue entre nosotros inspirando el verdadero cambio social, nuestros muertos tienen una ofrenda permanente en la democracia que vivimos hoy, es absolutamente correcto y apropiado que reprendemos su derecho a la memoria.
Abundó el funcionario.