En medio de las montañas y a la intemperie, 35 familias desplazadas de la comunidad de Atzamilho en Chenalhó, Chiapas, se esconden de grupos paramilitares.
Desde el pasado fin de semana salieron por la noche y madrugada de sus casas que fueron quemadas tras un enfrentamiento que dejó como saldo más de 15 personas muertas.
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“Del reporte que nos han pasado, hay alrededor de 15 a 20 muertos y aparte los desaparecidos, que aún no se sabe dónde están”.
Reynaldo Pérez, defensor de Derechos Humanos.
Por ahora, niños, mujeres y hombres permanecen en un campamento improvisado, pasando frío, hambre y con sólo una lona para dormir.
Los desplazados recuerdan con miedo cómo tuvieron que salir huyendo de sus casas y dejarlo todo.
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“Escapando en el monte… balas, muchos disparos, escuchamos que mataron a todos mis compañeros; matan, por eso me escondí, me salí de allí”.
Margarita, desplazada.
Otro temor es que lleguen los paramilitares y los maten, pues saben que los están buscando, por eso piden a las autoridades solución ante la disputa de una parcela en dicha comunidad.
“Queremos que hagan justicia, porque tenemos miedo (de) que vengan a matarnos donde estamos, porque según están buscando dónde estamos, porque nos vamos a morir todos; aquí dicen que somos malos, pero no es cierto, no somos porque nosotros no matamos a nadie”.
Manuela, desplazada.
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Hasta el momento no han recibido apoyo alimentario, ni cobijas, ni techo para dormir; por ahora, reciben donaciones de organizaciones no gubernamentales.
Elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano no han logrado entrar a la zona y se mantienen frente al Ayuntamiento de Chenalhó, Chiapas, esperando instrucciones.
