Luego que el año pasado en México la pandemia del COVID-19 impidiera casi todas las actividades, este año en el panteón de Pomuch, del municipio de Hecelchakán, en el estado de Campeche, se preparan para realizar un ritual de tradición para limpiar los huesos de sus seres queridos que ya están muertos.
¿Por qué hacen este ritual a los muertos en Pomuch?
Pomuch ha visto como este ritual hacia los muertos se ha vuelto muy importante, pues las personas lo hacen con mucho cariño, rezos y cantos, pues se toma como una tradición ancestral.
“Es una tradición muy bonita recordar a nuestros antepasados, tenerlos en cuenta, hacerles limpieza de sus osarios, donde reposan sus restos, sus huesitos. Les cambiamos sus manteles porque llega el día de la fiesta que los recordamos con mucho cariño, mucho amor.”
Jacinta Chi, vecina de Pomuch
¿Cómo hacen esta tradición en Campeche?
“Salgan, salgan ánimas de pena”, cantan las mujeres en el panteón de Pomuch (en el sureste de Campeche), que en maya significa “lugar donde se asolean los sapos”; ahí, entonan ese canto católico frente a unas cajas de madera abiertas que contienen cráneos, huesos y cabello colocados sobre un paño blanco con el nombre del difunto y otros coloridos dibujos.
- El ritual llamado en maya Choo Ba’ak, se desarrolla unos 10 días antes de la festividad del Día de Muertos, que se celebra el 1 y 2 de noviembre.
La acción consiste en abrir el nicho, sacar las cajas, luego los restos y el mantel. Después se limpian los huesos, se cambia el paño por uno nuevo y finalmente se les vuelve a acomodar en el panteón de Pomuch, explica Antonio Canché, de 74 años.
Con destreza, Canché toma un cráneo, lo sostiene en una mano y con la otra lo desempolva con una brocha. En la jornada, limpió los restos de sus suegros, sus padres y un tío. “Significa una alegría, un entusiasmo hacerlo”, dice.
- Entre cantos y anécdotas, las familias velan los restos de sus muertos durante algunas horas, para que les dé el sol y aire fresco.
¿Cuándo comienza por primera vez este ritual?
La costumbre del ritual indica que la primera limpia debe hacerse a los tres años del fallecimiento, y en lo sucesivo cada año.
Aunque el acceso al panteón de Pomuch es reducido, entre los visitantes está una mujer que realizó el ritual por primera vez, con los restos de su padre. Le tocó abrir el féretro, sacar la osamenta, fraccionarla y colocarla en la caja de madera.
Nadie sabe en qué año se originó la práctica fúnebre, pero Sebastián Yam, promotor cultural de Pomuch, dice que debe tener “cientos de años”, según las narraciones de los ancianos del poblado.
- Los habitantes de Pomuch culminan el ritual justo antes del Día de Muertos, muestra del sincretismo entre la tradición prehispánica y la española.
Al igual que en el resto del país, tras limpiar los restos de sus familiares, colocarán un altar en sus casas, con platillos y bebidas preferidas que tenían sus seres queridos, pues se cree, que sus espíritus volverán de la muerte esos días para comer y beber.
Caminos de flores de cempasúchil, sirven como guía a los espíritus para llegar al altar, según la tradición, nombrada en 2008 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.