A sus escasos 14 años, un joven conocido como “Chucho”, logró sobrevivir a la violencia del narcotráfico en Michoacán.
Hace tiempo fue cooptado por miembros del crimen organizado y obligado a trabajar entre sus filas.
El temor le obliga a reservar su identidad, pues fue forzado a cometer ilícitos y asegura que la sombra del pasado lo persigue.
“Ante ellos siempre era matarlos o desaparecerlos, a veces tocaba que eran hijos o personas de algún vecino o de alguien que yo conociera. A puntear, a vender droga, a repartirla y este, pues toda clase de cosas realmente”.
“Chucho”, sobrevivió a reclutamiento forzado
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Emprendió la huida de un grupo criminal
Hoy, junto a su madre, esposa, hijo y hermanos, emprendió la huida del grupo criminal que les amenazó con la muerte si no retornaba a trabajar con ellos.
“La única manera en la que yo podía brindarles protección a mi familia era alejarme de ellos, estar lejos porque mucha gente te llega a identificar como enemigos y personas.”
“Chucho”, sobrevivió a reclutamiento forzado
Hoy desde Tijuana busca conseguir asilo en Estados Unidos, pues es consciente del alcance de las redes criminales de las que escapó. Sólo busca una oportunidad para comenzar de nuevo.
“Temo ahorita mucho por mi vida, porque, pues este cartel opera en muchos lugares en los cuales estoy en peligro yo y mi familia, y los de aquí del albergue por mi caso.”
“Chucho”, sobrevivió a reclutamiento forzado
Madre de “Chucho” comparte el calvario que vivió
Su madre, entre lágrimas, compartió el calvario que vivió al tener lejos a su hijo y no recibir noticias de él.
“No hay cosa más difícil, más dolorosa que tener un hijo privado de la libertad, un hijo lastimando a otra persona, yo pienso que nadie tiene el derecho de lastimar a otra personal”.
María, madre de “Chucho”
Los responsables del albergue observan con inquietud los riesgos que enfrentan los migrantes y las historias que arrastran con ellos.
“Hay miles de casos de niños que fueron forzados, secuestrados y que están en custodia bajo las manos del narcotráfico.”
Alberto Rivera, director de Albergue
Y es prácticamente ocultos como viven su estancia en esta frontera.
“En el tejido de historias como la de Chucho, se teje la realidad de aquellos que buscan asilo. Más allá de las cifras, son vidas entrelazadas por la esperanza y la lucha. En Tijuana, donde cada paso es una encrucijada, estas familias persisten, enfrentándose a un futuro incierto. Con UNO, Alberto Elenes”.
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