Por vía aérea es como el Papa Francisco regresa a la Ciudad de México luego de una jornada con religiosos, niños y jóvenes en Morelia, Michoacán.
Su camino de la catedral local al estadio Morelos estuvo marcado por los obsequios que los fieles le lanzaban a su paso sobre el papamóvil.
Mientras que a los religiosos les pidió no resignarse ante la violencia.
A los niños les solicitó no dejarse pisotear por nadie; mientras que a los jóvenes les demandó soñar.