Después su larga jornada por el estado de Michoacán, el Papa Francisco regresó a la Ciudad de México para pasar su última noche en la Nunciatura Apostólica, donde los feligreses lo esperaron emocionados para verlo pasar y recibir su bendición.
Como lo ha venido haciendo, el sumo pontífice se acercó a la gente a su llegada para dirigirles unas palabras.
Micrófono en mano le agradeció a todos por esperarlo y una vez más pidió que rezaran por él.
Antes de ingresar al recinto, exhortó a la gente para que rezaran con él un Ave María, posteriormente les dio las buenas noches a todos.
Mañana será el último día de actividades del sumo pontífice en tierras mexicanas. Cerrará su jornada en Ciudad Juárez, Chihuahua.