"No más muerte, ni explotación; siempre hay tiempo para cambiar", destacó el Papa Francisco durante la misa oficiada en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde reconoció la labor de los defensores de derechos humanos y denunció la "tragedia humana" que viven los migrantes que huyen de la pobreza, la violencia y el crimen en sus países.
Durante su mensaje, el pontífice destacó que "no podemos olvidar las crisis humanitarias que han provocado la migración forzada y llamó a ponerle rostro y nombre a esta situación.
Comentó que dicha crisis se puede medir en cifras, sin embargo, "nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias".
"Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global". Papa Francisco.
Oró por quienes son expulsados de sus hogares por el narcotráfico y el crimen organizado, pues dijo, no solo sufren pobreza, sino todas formas de violencia.
Indicó que la injusticia se radicaliza en los jóvenes, que "como carne de cañón" son perseguidos cuando tratan de salir del infierno de la droga.
El vicario de Cristo también tuvo palabras para las mujeres a quienes les han arrebatado injustamente la vida.