El Papa Francisco condenó el despojo y exclusión del que han sido víctima los pueblos indígenas, y señaló que a todos nos haría bien aprender a pedirles perdón.
"Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir perdón, perdón hermanos, el mundo de hoy despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes". Papa Francisco.
Durante la misa que celebra en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, remarcó que muchas veces de forma sistemática, los pueblos han sido excluidos, algunos han sido considerados inferiores, sus valores, su cultura, sus tradiciones, otros, mareados por poder, dinero y leyes de mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban.
Agregó que en el corazón del hombre y en la memoria de muchos de nuestros pueblos está inscrito el anhelo de una tierra, de un tiempo, donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz.
Citó la expresión del Popol Vuh que señala que "el alba sobrevino para los pueblos que una y otra vez han caminado en las distintas tinieblas de la historia", y señaló que en esta expresión hay un anhelo de vivir en libertad, anhelo que tiene sabor a tierra prometida, donde la opresión el maltrato y la degradación, no sean moneda corriente.
Asimismo, apuntó que el desafío ambiental que vivimos y sus raíces humanas nos impactan a todos y nos interpelan, ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia.
Resaltó que, en esa materia, los indígenas "tienen mucho que enseñarnos, que enseñar a la humanidad, sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como un ente de alimento, casa común y altar del compartir humano".
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