El Papa visitó este martes Morelia, Michoacán, donde sostuvo un encuentro con alrededor de 80 mil jóvenes de todo México en el estadio "José María Morelos y Pavón", lugar en el que, entre aplausos, gritos y porras, pronunció un discurso en el cual destacó tres palabras: riqueza, esperanza y dignidad.
Riqueza: los jóvenes
El Papa, en un diálogo aligerado con los jóvenes y en medio de un ambiente festivo, reiteró que México tiene una gran riqueza: los jóvenes, tal como lo sostuvo el sábado, cuando se encontró en Palacio Nacional con el presidente Enrique Peña Nieto.
"Uno de los mayores tesoros en esta tierra mexicana, tiene rostro joven⬦ Ustedes son la riqueza de esta tierra, y esa riqueza hay que transformarla en esperanza".
En este sentido, afirmó que "la esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido", y llamó a mirar el mundo con la cara en alto y con dignidad.
Narcotráfico, destrucción y muerte
Al tomar la palabra, luego de haber sido recibido con la tradicional "danza de los viejitos", habló sobre narcotráfico y afirmó que Jesús "no nos invita a ser sicarios, nos manda a ser amigos... jamás mandaría a sus hijos a la muerte".
"Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte".
Luego de que cuatro jóvenes mexicanos de diferentes latitudes del país tomaran la palabra para hablar sobre la problemática a la que se enfrenta la juventud mexicana, el obispo de Roma destacó la importancia que adquiere para una sociedad la familia, a la cual definió como la base de la nación.
"Hay que soñar"
Con rostro alegre, atento, Francisco invitó a los jóvenes a soñar.
"Hay que caminar juntos, hay que soñar, no pierdan el encanto de soñar, atrévanse a soñar".
Al grito de "esta es la juventud del Papa", los presentes despidieron al Papa, luego de que éste pidiera, nuevamente, que recen por él.