Quién no ha escuchado en unos XV años, una fiesta “sonidera” o uno de esos antros que ya desaparecieron, estilo “Bulldog”, el clásico “Esqueleto”, esa rola que llama a mover, precisamente, los huesos, con la historia de “alguien” que anda buscando “chamba”, una oportunidad, y que, ante tales miras, prende una radio vieja para buscar la respuesta en un chachachá.
La icónica canción, escrita por Ricardo Flores Avalos, mejor conocido en los bajos mundos del rock and roll como “El Abulón”, se ha convertido en un verdadero himno de este género musical y es el éxito no sólo de “Las Víctimas” sino de toda la banda que se apropia de ella en los slams que se generan cada vez que suena en algún toquín, concierto o bocina de algún sound system o sonido ambulante.
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La historia de “El esqueleto” tiene tintes, como todo éxito, dramáticos y hasta legales… Su origen se remonta a una banda llamada Tecnopal, su escisión, el origen de las Víctimas del Dr. Cerebro y hasta una disputa familiar.
¿Cuál es la historia de la popular canción “El esqueleto”?
Cuentan las historias del rock, esas que quedaron impregnadas en una que otra revista, periódico o página de internet, que corría el año 1990 cuando un grupo, llamado Tecnopal, conformado por los integrantes de dos familias: los Flores (Romualdo, “El Chipotle” y su hijo Ricardo, “El Abulón”) y los Ruíz (los hermanos Miguel y Eleazar) lanzaron un disco llamado “Esqueleto”.
A pesar del éxito del material, algunas reyertas entre las dos familias no llegaron a buen puerto y a finales del año la banda se separó. Los Flores, enlistaron en sus filas musicales a otro miembro de la familia, Arturo “Tuco”, hijo, también de “El Chipotle”, y emprendieron camino llevándose una rola que había nacido en Tecnopal: “Esqueleto”.
En 1991 “El Abulón” y compañía sacan su disco début llamado, precisamente, Tecnopal, pero es hasta 1993 (según Spotify) cuando lanzan un álbum homónimo, producido ni más ni menos que por EMI Music, el cual contendría la joya llamada “El Esqueleto”, el cual se convertiría en el éxito que es hasta nuestros días.
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La bronca con los Ruíz
Cuando el disco y la canción catapultaron a las Víctimas del Doctor Cerebro al estrellato y más allá, los hermanos Ruiz reclamaron la autoría de la misma y el caso llegó hasta los juzgados por “derechos de autor”.
Tras el tiempo, y con el apoyo de EMI Music y uno que otro abogado, “El Chipote” y sus dos hijos ganaron el “pleito musical” y se adjudicaron la autoría y los derechos de la canción, misma que han izado como su bandera más preciada.
“Y suena, y suena, y suena mi esqueleto… Y suena, y suena, y suena al bailar… Y en las noches, empieza a sonar una batería, que no me deja soñar, no me deja soñar”.
Fragmento de “El Esqueleto”
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Los datos:
- En un hecho inusual, en marzo de 2010, “Las Víctimas” musicalizaron, magistralmente, la película ícono del expresionismo alemán, “El gabinete del Dr. Caligari”. Cuando el film finalizó en la sala 3 de la Cineteca Nacional sonó, a todo lo que daba, “El Esqueleto”.
- En Spotify, “El Esqueleto” suma la envidiable cantidad de 38 millones 827 mil reproducciones, y contando.
- El nombre de Las Víctimas del Doctor Cerebro proviene del villano de villanos de la película “Santo contra el cerebro del mal”.