The Smile, mejor conocido como el proyecto alterno de Thom Yorke y Jonny Greenwood (Radiohead), así como el baterista Tom Skinner (Sons of Kemet), sorprendió durante su debut en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México este miércoles 21 de junio. El soundtrack de un verano con temperaturas imposibles y un exceso de ofertas musicales.
The Smile y su poderosa velada de verano
Con una iluminación minimalista que es un guiño de la usada en la pasada gira de Radiohead hace más de un lustro –de LEDS que parpadeaban nerviosamente–, The Smile dejó claro que su intención no era la parafernalia, sino los músicos y sus instrumentos.
Y es que desde los primeros rasgueos de “The Same” se pudo advertir que si hay algo que ha caracterizado a la dupla creativa del quinteto de Oxford, ya sea en este proyecto o en Atoms for Peace es su simbiosis en el difícil arte del groove. “Thin Thing”, “The Opposite”, “Waving a White Flag” desfilaron con luz propia mediadas de los tímidos “Gracias” de Thom Yorke entre cada una.
A ratos parecía que el trío era uno de esos grupos de math rock con ritmos calculados como si se tratara de una pieza de relojería que cambia de ritmo a la menor provocacion; en otros momentos tomaba elementos prestados del kraut por su repetición machacona. Sin embargo, cuando Yorke se puso frente al piano nos devolvió la idea de que pese a todo se tratan de una banda de rock. Una extraña, eso sí.
Si algo nos devolvió The Smile de aquellos jóvenes Greenwood y Yorke de Hail To The Thief (2003) o incluso Pablo Honey (1993) es la vocación por hacer riffs memorables, ya sea en el bajo o la guitarra. A diferencia de su proyecto principal, aquí todo vuelve al cauce de las melodías directas cuasi punk en su esencia.
Uno de los momentos más álgidos llegó con “Free In The Knowledge”. La pieza de aires acústicos era un recuerdo a la melancolía del último disco de Radiohead, A Moon Shaped Pool. Tom cantó “Tal vez este fue un mal momento. Estábamos despistados pero no terminaremos de esa forma”. Una voz que nos decía que en medio de la desesperanza hay posibilidad de cambio.
En el lado complementario a la languidez fúrica de Thom Yorke estuvo Jonny Greenwood. Su grandeza como guitarrista descansaba en su uso de arpegios cristalinos que acompañaron a la voz, los cuales se iban haciendo más y más complejos.
¿Puede The Smile captar la belleza y el horror del mundo como en su momento lo hizo Radiohead? Probablemente no. Pero ha logrado algo difícil de conseguir: sostener un discurso coherente, virtuoso y a la vez sensible en momento histórico en donde la autocomplacencia en las agrupaciones maduras es moneda de cambio.
Thom Yorke y Jonny Greenwood en México
En días pasados, Yorke aprovechó su estancia en México para visitar el Museo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el Centro Histórico, junto a su compañero Jonny Greenwood.
El músico y compositor inglés también visitó la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, al sur de la Ciudad de México, donde fue captado por otros visitantes.