Este 28 de noviembre recordamos a Roberto Gómez Bolaños a seis años de su partida y es imposible olvidar sus personajes que recorrieron desde Latinoamérica hasta Europa logrando permanecer en las televisoras durante muchos años.
Antes de ser actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor musical, director y productor de televisión, don Roberto Gómez intentó estudiar la carrera de ingeniería mecánica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, se le “chispoteó” y decidió interrumpir sus estudios para iniciar una carrera como creativo publicitario, lo que lo conectó con la radio, la televisión y el cine, donde realizó varios guiones de películas para el dúo Viruta y Capulina .
En 1968 , iniciaba las transmisiones en Canal 8 donde adoptó el nombre de Chespirito y “no contaban con su astucia” y le dieron la oportunidad en 1970, a los 29 años de edad con el Chapulín Colorado y dos años más tarde apareció con el personaje de El Chavo.
Es un hecho que El Chavo se ganó el cariño del público, así que después le siguieron otros personajes como el Chómpiras, el Doctor Chapatín, Chaparrón Bonaparte, además de lanzar a su cuadro de actores integrado por María Antonieta de las Nieves, Ramón Valdés, Rubén Aguirre, Carlos Villagrán, Florinda Meza, Edgar Vivar, Angelines Fernández, Horacio Gómez Bolaños y Raúl Padilla, a los que les dijo ¨Síganme los buenos¨ para también llevarlos a la fama internacional.
“Todos sus movimientos estaban fríamente calculados” y también protagonizó películas escritas y actuadas por él mismo como El Chanfle y el Chanfle 2, Don Ratón y Don Ratero, Charrito y Música de Viento. En 1992 representó en teatro la obra “Once y doce”, con la cual logró más de 28 mil funciones.
La carrera de Chespirito estuvo vigente desde 1947 y dejó de estar activo en el año 2000, pero sus expresiones, chistes, dichos tergiversados y juegos de palabras escritas en más de 60 mil cuartillas que continuaron vigentes y que continúan dentro del vocabulario del público de varias generaciones.
En el 2014 los problemas respiratorios ocasionados por su gusto por el tabaco por más de cuarenta años, terminó por callar su ingenio que mantuvo hasta antes de morir con la frase: “la muerte suena duro, pero pienso que es el acontecimiento mas importante que puede tener un ser humano el éxito es cuando uno se muere“.