A lo largo de su carrera Salma Hayek ha cosechado éxitos como actriz y productora, pero algo de lo que está orgullosa la actriz mexicana es ser madre de Valentina Pinault, hija que tiene con el empresario francés François-Henri Pinault.
Salma Hayek y Valentina Paloma Pinault posan juntas por primera vez y lo hacen para la revista Vogue México y Latinoamérica para su edición de mayo 2022.
Durante la entrevista concedida a la publicación, Salma Hayek y Valentina cuentan sobre su amor por la moda, la ropa que comparten y el lenguaje que utilizan para fortalecer su relación madre e hija.
El español, idioma que utilizan como vínculo
La actriz menciona que cuando quiere crear un momento a solas con Valentina, aunque estén rodeadas de muchas personas, se comunica con ella en español para reforzar el vínculo familiar y la confianza entre ambas.
La moda las une
François-Henri Pinault, papá de Valentina y esposo de Salma Hayek, es dueño de varias marcas de luego, entre las que destacan Gucci, por lo que no es extraño que ambas tengan buen gusto por la ropa.
Hayek declaró a Vogue que “en esta casa nos peleamos por la ropa porque se lo lleva todo de mi clóset; luego no encuentro nada”, aunque Valentina resalta que a veces no se fija en la marca, y también confesó su gusto por los zapatos que usa su mamá, aunque no calcen del mismo número.
¿Seguir los pasos de mamá?
Valentina, quien el próximo septiembre cumple 15 años, aseguró que le gustaría seguir los pasos de su famosa mamá e incursionar en el cine como actriz, aunque también le gustaría ser directora.
“Quiero cosas distintas, pero casi siempre me muevo entre cuatro, me gustaría ser actriz y después directora porque eso es lo que tiene sentido en mi cabeza. Además, creo que debe ser más complicado ser director si no tienes experiencia del otro lado de la pantalla, eso podría ayudar a dirigir”.
Valentina Pinault
Y con la celebración del Día de las Madres, Salma Hayek no descuida a Valentina, y como buena mamá mexicana, se preocupa por si ya comió o durmió, sin importar en que parte del mundo esté. “Siempre me habla, que si ya comí, que si ya me dormí. No importa si está en Los Ángeles y yo en Londres, me marca”. afirma Valentina.