El actor y empresario, Roberto Palazuelos, se lanzó por la precandidatura de Movimiento Ciudadano (MC) para la gubernatura del estado de Quintana Roo, pero sus frases e historias le están ocasionando una mala propaganda, ya que confesó que estuvo en una balacera en donde dos hombres perdieron la vida.
La declaración la ofreció para el programa de Yordi Rosado, que se trasmite por YouTube, fechada en octubre de 2020. Durante la charla, Roberto Palazuelos contó varias anécdotas de su vida; sin embargo, algunas no pasaron desapercibidas, como un par de balaceras.
“Abren la puerta y tiran dos madra… al aire, un gordote, pero con mi conocimiento jurídico dije, ya le jaló, trae pólvora si me lo chin… es legítima defensa; se armó una balacera, matamos a dos cabro…todos, ahí fue todo mundo que le dio a todos, todos traíamos (las armas) con bala arriba como se debe traer. Es como dice el dicho: si la sacas, es para usarla, si no, ni la saques”, contó Roberto Palazuelos.
Tras la refriega de plomo, el precandidato se entregó a las autoridades de la Ciudad de México y salió porque comprobó que disparó su arma en legítima defensa. Al ser cuestionado si él había matado a una persona, expresó: “todo mundo le dio a todos”.
- En ese sentido, el famoso aseguró que otra balacera donde se involucró fue cuando era muy joven y vivía en Polanco, pues unos sujetos se metieron a su departamento y sacó un arma para ahuyentarlos.
Cuando disparó, aseguró, las balas llegaron hasta la cocina de “Pepillo” Origel, pues en esa época eran vecinos.
- El precandidato de MC, Roberto Palazuelos, aseguró que todas sus armas estaban legalizadas y tenía permiso de portación.
A inicios de año, Roberto Palazuelos dio a conocer que demandará a Lydia Cacho por difamación y calumnia, argumentando que la periodista lo relaciona con presuntos delitos alrededor de terrenos ejidales en Quintana Roo.
- El “Diamante negro”, quien hace poco señaló que ya tiene una venganza para Luis Miguel, publicó un comunicado en el que informa que emprenderá acciones legales ante una investigación “claramente equivocada”.