La joven brasileña que perdió la vida tras asistir al concierto de la cantante estadounidense Taylor Swift, el mes pasado en Río de Janeiro, murió debido a agotamiento por calor, informó la policía este miércoles.
Ana Clara Benevides, de 23 años, se desvaneció en el estadio Nilton Santos el 17 de noviembre mientras asistía al primero de los seis conciertos que Taylor Swift ofreció en Brasil, en el marco de su gira “The Eras Tour”.
Benevides fue trasladada a un centro médico y después al Hospital Salgado Filho, donde falleció.
El concierto se realizó durante una ola de calor que batió récords en Brasil en noviembre. En ese día en Río, el índice de calor, que combina temperatura y humedad, marcó un máximo histórico de 59.3 grados.
Según un informe policial publicado el miércoles, Benevides sufrió agotamiento por calor que le provocó problemas cardiovasculares y respiratorios, citando como causa oficial de la muerte “hemorragia alveolar y congestión polivisceral causadas por la exposición difusa al calor”.
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Los análisis toxicológicos no indicaron la presencia de alcohol o drogas en su sangre, según el informe.
Benevides había viajado desde el estado de Mato Grosso do Sul, en el centro-oeste de Brasil, para asistir al concierto.
Los organizadores del espectáculo, T4F, reconocieron que podrían haber tomado más medidas para ayudar a los asistentes a sobrellevar el calor extremo de Río, como cambiar la hora de inicio de los espectáculos y publicitar que los aficionados podían entrar con vasos de agua.
La policía de Río abrió una investigación a la empresa el mes pasado.
Tras la noticia de la muerte de Benevides, Swift escribió en Instagram que tenía el “corazón destrozado” y estaba “devastada”.