El mundo de la literatura está de luto tras darse a conocer este 3 de octubre del 2022 que el gran ensayista, poeta, editor y académico David Huerta había fallecido a los 73 años.
Las muestras de pesar en el ámbito de la creación literaria no se han hecho esperar tras el fallecimiento del maestro Huerta, quien, en su paso por planos terrenales, dejó, entre otras obras, el gran poema “Ayotzinapa”, el cual ha sido traducido a 23 idiomas.
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David Huerta, hijo de la generación del 68 y enamorado de las letras
Si algo distinguió a David Huerta fue su férrea defensa de las letras y la manera en que se acomodan en textos diversos, que pueden ir de un ensayo a una poesía.
El maestro, irrestricto activista social que siempre se declaró un “hijo de la generación del 68”, en alusión al movimiento estudiantil del cual fue partícipe, era hijo de Efraín Huerta, de quien tuvo que desapegarse para lograr su propio estilo en el que los poemas largos fueron su carta de presentación.
David, quien falleció debido a una insuficiencia renal, según confirmó su propia esposa, Verónica Murguía, quien también se dedica la creación literaria, será recordado por ser redactor y editor de la Enciclopedia de México.
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Dentro de sus labores en el ámbito de las letras, destaca la dirección de la colección de libros “Biblioteca del Estudiante Universitario” y su participación, como secretario de redacción, en “La Gaceta del FCE”.
La UNAM detalla que el profesor David Huerta Bravo, quien nació en la Ciudad de México en 1949, dejó una gran obra literaria en el ramo de la poesía, entre la que destacan:
- Ayotzinapa (2014): poema que se puedo leer en los muros del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Oaxaca.
- Los grandes almacenes (Barcelona, 2013).
- Curso délfico (Instituto Nacional de Bellas Artes, 2012).
- Before Saying any of the Great Words (2009).
- Canciones de la vida común (2009).
- La calle blanca (2006).
- Perro de Goya y otros poemas (2005).
Uno de los poemarios más celebrados de David Huerta es “El Jardín de la Luz”, el cual versa sobre la masacre de Tlatelolco, ejemplo claro de cómo la narrativa del maestro solía no despegarse de la realidad que lo rodeaba.
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Como maestro, Huerta compartió sus conocimientos en la Fundación Octavio Paz, la Fundación para las Letras Mexicanas y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en cuya Facultad de Filosofía y Letras daba cátedra, siguiendo la tradición de algunos de sus antecesores como Juan José Arreola, Salvador Elizondo y José Revueltas.
Su obra, la cual trasciende fronteras, lo hizo acreedor a varios reconocimientos, entre los que destacan:
- Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y literatura (2015).
- El Premio Universidad Nacional 2017, en el área de Creación artística y extensión de la cultura.
- Premio Excelencia de las Letras José “Emilio Pacheco” en 2018.
- El premio FIL del Literatura en Lenguas Romances (2019).
