Que los romeritos, que el ponche, que la ensalada… ¿Sabías que existe una razón por la que el recalentado de la cena de Navidad y Año Nuevo nos sabe mejor?
Así es, el menú de las llamadas fiestas decembrinas compuesto en la mayoría de los hogares mexicanos por romeritos, pavo relleno, bacalao, ensalada de manzana y ponche, suele saber más rico un día después.
- En esta Navidad 2020, la convivencia entre las familias será diferente debido a que por la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, se recomienda que las personas se queden en casa y eviten grandes reuniones que podrían desencadenar más contagios del virus.
¿Por qué sabe mejor el recalentado de Navidad y Año Nuevo?
Si eres de los que disfruta de recalentar las sobras de la cena de Navidad y Año Nuevo para desayunar, comer y cenar al día siguiente de las fiestas, te decimos por qué, los platillos llegan a tener un mejor sabor.
- El recalentado suele saber mucho mejor porque se concentran los sabores. Los alimentos adquieren una textura y un sabor más pronunciado.
Expertos en gastronomía y nutrición también coinciden en que…
- Aunque el recalentado sabe mejor, no todos los platillos que se hacen para Navidad y Año Nuevo al día siguiente tienen esa característica
El pavo, es más apto para el recalentado
De las opciones culinarias para la cena de Navidad y Año Nuevo, el pavo es el más apto para el recalentado porque es una proteína y para su elaboración se utilizan varias especias, condimentos y aceite que, a la hora de volver a calentar, homogeneiza más el sabor.
La estructura de la proteína a la hora de recalentarse, se rompe un poco más el tejido y éste se combina con los demás ingredientes. Además, en el pavo hay huesos y se libera colágeno que es como un vehículo del sabor.
¡Ojo con el recalentado!
Aunque los platillos de Navidad y Año Nuevo saben mucho mejor cuando los recalentamos es importante considerar que no es recomendable recalentarlos más de una vez.
Por ello no es conveniente recalentar más de una vez, ni volver a congelar algo que descongelamos.
