Paris Hilton relató el abuso sexual que sufrió cuando fue ingresada al internado Provo Canyon School en Utah siendo una adolescente. La empresaria y estrella de reality, de 41 años, contó los detalles de la experiencia, la cual calificó de “aterradora” en un artículo publicado en The New York Times titulado “¿Puedes castigar los problemas de salud mental de un niño?“.
Hilton recordó a través de un video que fue abusada sexualmente por el personal del centro “en Provo Canyon School, el personal masculino me despertó en medio de la noche, me condujo a una habitación privada y me realizó exámenes cervicales”.
“Esto ni siquiera fue con un médico. Fue con un par de miembros de un personal diferente, donde nos tendían sobre la mesa y ponían sus dedos dentro de nosotras. Y no sé qué estaban haciendo, pero definitivamente no era un médico”, narró la también cantante.
“Fui violada y estoy llorando mientras escribo esto porque nadie, especialmente un niño, debería ser abusado sexualmente. Me robaron mi infancia y me mata, esto todavía le está sucediendo a otros niños inocentes”, indicó.
Llorando, Paris admitió que aquella mala experiencia había sido un recuerdo que bloqueó durante mucho tiempo, y que ahora que lo analiza en retrospectiva, definitivamente fue abusada sexual y psicológicamente por las personas que les hacían “los chequeos”, pues se sentía incómoda e insegura.
Sin embargo, aquella mala experiencia la impulsó a defender el cierre de la Provo Canyon School y promover en Washington D.C. leyes que protejan a las niñas, niños y adolescentes en situaciones similares a las que ella estuvo expuesta y de la cual dio su testimonio ante senadores el año pasado.
Provo Canyon School responde ante los señalamientos de Paris Hilton
Ante los señalamientos realizados por Paris Hilton contra Provo Canyon School, la institución compartió un comunicado difundido por el sitio E! News: “lo que podemos decir es que la escuela brinda un entorno estructurado que enseña habilidades para la vida, brinda terapia de salud conductual y educación continua para los jóvenes que acuden a nosotros con necesidades emocionales, conductuales y psiquiátricas preexistentes y complejas”.
“Estos jóvenes no han tenido éxito en los entornos domésticos y escolares típicos y, en muchos casos, tienen un historial de conductas peligrosas, como autolesiones y/o intentos de suicidio, violencia física y/o agresión hacia otros, y uso de sustancias ilícitas”, señala el comunicado.