Murió Larry Flynt, el magnate estadounidense de la pornografía, editor de la revista Hustler y un ardiente defensor de la libertad de expresión, falleció este miércoles en Los Ángeles a los 78 años de edad.
En un comunicado de prensa un portavoz informó que Flynt “falleció tranquilamente mientras dormía” en el hospital, acompañado de su esposa Elizabeth y su hija Theresa”.
Hasta ahora se sabe que el defensor de la pornografía murió “a consecuencia de una enfermedad repentina”, de la que aún se desconocen los detalles; aunque medios estadounidenses que citan a su familia, señalan que el empresario murió de un paro cardíaco.
Flynt lanzó en 1974 su revista porno Hustler para competir con Playboy y Penthouse que consideraba “anticuadas”. Su propuesta tiene fotos muy explícitas y un tono deliberadamente escandaloso.
Construyó su imperio con otras publicaciones, clubes nocturnos y sex shops, estudios especializados en películas pornográficas y sitios web.
En 2000 abrió un casino “Hustler” en los suburbios de Los Ángeles, donde llevaba viviendo mucho tiempo.
Y en octubre de 2017 ofreció, en un aviso a página completa en el periódico The Washington Post, 10 millones de dólares a quien proporcionara cualquier información que condujera al juicio político de Donald Trump, ya que según Flynt, era su “deber patriótico”.
Pero no fue la primera vez que este hombre habituado a polémicas y juicios, quien construyó su reputación y su fortuna sobre la provocación, se involucraba en temas políticos: en 1998 para apoyar al presidente Bill Clinton cuando estaba enredado en el caso Lewinsky, logró defenestrar a varios legisladores comprometidos en escándalos sexuales que reveló su revista.
Su gusto por la provocación casi le cuesta la vida, ya que el 6 de marzo de 1978, cerca de un tribunal donde enfrentaba un enésimo juicio por “obscenidad”, un extremista cercano al Ku Klux Klan abrió fuego contra él y lo dejó parapléjico; motivo por el cual, el multimillonario se encontraba postrado en una silla de ruedas chapada en oro.
El tirador, un asesino en serie racista que no fue arrestado hasta 1980 por otros delitos y nunca fue interrogado en relación con el ataque, se había sentido perturbado por las fotos publicadas por Hustler mostrando parejas con distintos tonos de piel.
Desde entonces, la salud de Flynt continuó deteriorándose, haciéndolo dependiente de los analgésicos y otras drogas.
¿Quién era Larry Flynt?
Larry Flynt nació en 1942 en un pueblo pobre de Kentucky y se alistó en el ejército a los 15 años con un certificado de nacimiento falsificado.
Fue desmovilizado poco después y se transformó en el “rey de la trampa”. Contrabandeaba alcohol, se dedicó a las apuestas en el póquer. Con unos pocos dólares, en 1965 abrió un primer bar, luego un segundo y un tercero.
Estos “Hustler Clubs”, bares de mala muerte en los que los clientes eran recibidos por anfitrionas completamente desnudas, se fueron tornando una institución en Ohio.
Publicó la “Hustler Magazine”, que dio al traste con la corrección de la foto erótica de las revistas que estaban en el mercado, en la suya, las modelos mostraban sus genitales en todo su esplendor.
Su primer millón de dólares le llegó al publicar en 1975 fotos robadas de Jackie Onassis desnuda en una isla griega. “Hustler” despegó y en poco tiempo vendía 3 millones de copias.
La publicación, censurada en Francia hasta 2011, rompía todos los tabúes con titulares como “George Bush tiene SIDA”.
Padre de cinco hijos y casado cinco veces, Flynt llevaba una vida peculiar, conocido como “el rey de los campesinos sureños”, éste multiplicaba los excesos y frecuentaba figuras radicales de la contracultura.
En 1977, una asombrosa conversión al cristianismo evangélico, bajo la influencia de la hermana del presidente Jimmy Carter, le inoculó el deseo efímero de transformar Hustler en una revista cristiana.
Con el paso de los años, las ligas de la virtud y las feministas lo llevaron repetidas veces a los tribunales.
Abogaba por el derecho a la obscenidad y la parodia. Se presentó en la corte en calzoncillos hechos con la tela de la bandera de Estados Unidos, estuvo preso pero logró llevar dos casos a la Corte Suprema.
En 1987, el más alto tribunal estadounidense falló a su favor contra un televangelista burlado en una parodia publicitaria.