Matthew Perry murió el pasado 28 de octubre en el jacuzzi de su casa de California y de acuerdo con los primeros informes de toxicología, en su cuerpo no se encontraron restos de mentafetaminas ni fentanilo.
Tras darse a conocer la muerte del actor de la serie “Friends” se especuló que ésta habría sido a causa de una sobredosis, debido a que Perry luchó por varios años contra la adición a los opioides; sin embargo, no fue así.
El sitio de entretenimiento, TMZ, tuvo acceso al informe de las pruebas iniciales, el cual se realizó para rastrear drogas ilegales en la sangre del popular actor, pero las pruebas resultaron negativas.
Tampoco se encontraron restos de medicamentos recetados, sin embargo, un estudio más profundo sobre si el actor tenía algún medicamento en su sistema al momento de su muerte podría tardar entre 4 y 6 meses.
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Matthew Perry estaba en rehabilitación
Al inspeccionar la casa de Matthew Perry se encontró una gran cantidad de medicamentos recetados correctamente etiquetados y almacenados, pero no drogas ilegales.
En su libro de memorias de 2022 “Friends, lovers and the big terrible thing”, el actor relató que, después, de que su colon colapsara en 2018, le recetaron opiáceos que consideró insuficientes para aliviar su dolor, lo que lo llevó a acudir a los vendedores callejeros para abastecerse de OxyContin potencialmente mezclado con fentanilo.
Las personas cercanas al actor sostienen que él estaba limpio y sobrio en el momento de su fallecimiento y un miembro del programa de recuperación de Perry confirmó al sitio Daily Mail que “Matty” no estaba bebiendo, que era una parte importante de su comunidad de AA, asistiendo a reuniones, hablando en ellas y trabajando con varios recién llegados.
El propio Matthew habló de su lucha en contra de sus adicciones, la cual comenzó en 1997 y, a partir de ese momento, se internó en rehabilitación por más de 17 ocasiones.
