María Félix, mejor conocida como la “Doña” desde 1943, gracias a su papel de “Doña Bárbara” en la película homónima dirigida por Fernando de Fuentes, nació y murió un 8 de abril, y desde su primera aparición en el cine con la cinta “El Peñón de las Ánimas” sus ojos, retratados por la lente de Gabriel Figueroa, se dedicaron a seducir al mundo.
¿Quién fue María Félix, la “Doña” de México?
Hablar de María Félix, nacida en 1914, es hablar de una de las grandes actrices que nuestro país ha dado, nacida en los Álamos, Sonora, la “Doña”, cuya altanería, irreverencia y belleza la hicieron quizá, la primera “diva” del cine mexicano al triunfar en países como: España, Italia, Francia y por supuesto, México.
Dicen algunas biografías de María Félix que la “Doña” heredó la belleza de su padre, y de su madre el carácter fuerte. Su padre Bernardo, de ascendencia yaqui, le heredó a la “Diva del Cine de Oro”, la hermosura física, las facciones rectas de su divino rostro; mientras que de su madre, Josefina Güereña, de ascendencia vasca, heredó el carácter definitorio de una personalidad arrebatadora e inolvidable.
Creció con 11 hermanos, y se casó antes de ser reconocida como actriz, en 1931 con un hombre llamado Enrique Álvarez Alatorre, con quien tuvo a su único hijo en 1934, el también actor Enrique Álvarez Félix. Ambos se divorciaron en 1938.
De este matrimonio, nace la anécdota que un día, Alatorre la visitó en la capital, y de forma deliberada se llevó a su hijo con él a Guadalajara, negándose a devolvérselo. María le juró que algún día sería más influyente que él, y se lo quitaría. Años más tarde lograría recuperar la custodia de su hijo. La “Doña”, cumplió su palabra.
¿Alcances en el cine de María Félix la “Doña”?
Hablar de María Félix es hablar de una mujer reconocida a nivel internacional por formar parte de los íconos femeninos del cine en la Época de Oro que trascendió las barreras del éxito debido a sus peculiares formas de actuar y su destacada belleza física, pero también por su distintivo carácter, mismos que reflejaba por medio de la cámara y a través de sus personajes en innumerables películas.
Debutó en la película “El Peñón de las Ánimas” en 1942, en la cual compartió créditos junto a Jorge Negrete. Su segunda película fue “María Eugenia” de 1943. El mismo año apareció en las películas “La china poblana” (1943), “Doña Bárbara” (1943) y “La mujer sin alma” (1943). Un año después, trabajó en la película “El monje blanco” (1945) y el siguiente año en 1946, participó en los filmes “La devoradora” (1946), y “Vértigo” (1946).
Su presencia en el cine nacional provocó que, incluso de Hollywood le llegaron ofertas desde el principio de su carrera, cuando ni siquiera sabía actuar, pues la “Doña” tuvo que tomar clases de actuación, y baile, sin embargo, todas las rechazó. Y fue su trabajo con el director Emilio “Indio” Fernández, donde realizó quizá sus películas más representativas. Las cintas fueron “Enamorada” (1946), “Río Escondido” (1947) y “Maclovia” (1948). También trabajo con Roberto Gavaldón, con quien hizo la película “La diosa arrodillada” (1947). Dos años después en 1949, filmó la película, “Doña Diabla”.
En sólo pocos años se convirtió en la actriz más peleada por los estudios y los directores. La “Doña”, debutó con maestría y bastó muy poco para que se posicionara no sólo en el cine. El público se obsesionó muy pronto con ella, la élite artística e intelectual también cayó rendida ante su encanto.
¿Premios y reconocimientos a María Félix la “Doña”?
La Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas le otorgó el Premio Ariel a la mejor actriz en tres ocasiones: en 1947, por Enamorada; en 1949, por “Río Escondido”, ambas películas, al igual que “Belleza maldita”, dirigidas magistralmente por Emilio Fernández “el Indio”, y en 1951, por “Doña Diabla”.
En lo que respecta a los premios internacionales, obtuvo las llaves de la Ciudad y Título de Huésped de Honor en La Habana, Cuba en 1949; el Premio Menorah del Club Deportivo Israelita por “La cucaracha” en 1958. Mientras que en 1996, recibió la Orden de las Artes y las Letras en grado de Comandante; la más alta distinción, y máximo galardón, que otorga el gobierno de Francia a sus ciudadanos y extranjeros, por su labor en la promoción de la cultura; siendo María Félix la primera actriz en América Latina en recibirla.
María Félix, la “Doña” = a inspiración
Fue musa de pintores como José Clemente Orozco, Diego Rivera, Frida Kahlo, Remedios Varo y Leonora Carrington, y hacia los últimos años de su vida, de su pareja, el pintor ruso-francés Antoine Tzapoff.
Escribieron sobre ella grandes autores como Carlos Fuentes, Octavio Paz, Salvador Novo y Pita Amor, e inspiró canciones de tremendas instituciones de la música nacional, entre ellos José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel y Agustín Lara, el “Flaco de Oro”, quien fue su marido entre 1945 y 1947.
Lejos de las cámaras de televisión, María Félix protagonizó importantes relaciones sentimentales; incluso llegó cuatro veces al altar y se dio el lujo de rechazar a importantes figuras de la cultura en México.
A pesar de contar con múltiples enamorados, se casó cuatro veces. Su primer matrimonio fue con Enrique Álvarez con quien procreó a su primer y único hijo, el famoso actor Enrique Álvarez Félix; posteriormente, se casó con el cantante Agustín Lara, sin embargo, el matrimonio no resultó lo que esperaba.
Su tercer compromiso fue con Jorge Negrete; ambos celebraron una gran fiesta al sur de la Ciudad de México, pero la repentina muerte del cantante terminó con su hermoso amor. Finalmente, su última pareja fue con Alex Berger, un banquero muy famoso.
Durante su carrera, la actriz mexicana María Félix actuó en 47 películas, en todas ellas en papel estelar. “La Doña” ha sido una de las pocas mexicanas que alcanzó el éxito en otros países, en su caso, principalmente en Francia y España, donde filmó 11 coproducciones italo-francesas, italo-alemanas y españolas.
Murió también un 8 de abril por lo que la “Doña”, nuestra “Doña”, hasta el último día de su vida, le regaló a todos quienes la admiraron, algo para destacar.
