Luisito Comunica compartió a sus millones de seguidores la mala experiencia que vivió en Dubái al dañar un Lamborghini Aventador que rentó en el país árabe, por el cual tuvo que pagar 20 mil dólares (alrededor de 380 mil pesos mexicanos) en gastos de reparación.
A través de sus redes sociales, el creador de contenidos contó cómo su sueño de manejar un automóvil superdeportivo en Dubái se convirtió en una de sus peores pesadillas.
En la grabación, el influencer poblano detalló que entre los requisitos para la renta del Aventador fue dejar su pasaporte empeñado como garantía, y realizar un pago inicial de 6 mil dólares.
Una vez cumplidos los requisitos, los empleados de la agencia de renta de vehículos le explicaron que, en caso de accidente, llamara a la policía para que ésta, a su vez, levantara un reporte, el cual debía ser entregado.
Un tope fue el causante de que Luisito Comunica dañara el Lamborghini
Ya en las calles de Dubái, Luisito Comunica contó que al ir a una velocidad de aproximadamente 60 km/h no vio un tope y se lo brincó. Tras el incidente, revisó el vehículo deportivo y no le vio ningún daño a la vista.
“El coche no tiene un sólo rayón, está perfecto. Y la verdad no se me hizo un acontecimiento por el cual yo tuviera que llamar a la policía. Entonces seguimos el camino, todo chido, todo cool”.
Explicó en el video.
La sorpresa para el influencer ocurrió cuando llegó a la agencia a entregar el Lamborghini Aventador, pues los empleados del establecimiento se percataron de que el vehículo tenía dos rayones en la parte de abajo del chasis.
Le fue retenido su pasaporte hasta no pagar los daños ocasionados al Aventador
De acuerdo con Luisito Comunica, por no haber reportado el incidente con la policía, los encargados de la agencia le dijeron que él tendría que pagar los daños ocasionados al superdeportivo.
Luego de problemas con el banco para poder realizar el pago correspondiente por los daños, el dueño de la agencia se negó a regresarle su pasaporte. Finalmente, el influencer logró negociar y pagar 9 mil dólares como garantía para que le devolvieran el documento, con la promesa de que, una vez en México, pagaría el restante, que fue como finalmente ocurrió.