El estreno de la película Barbie ha generado que el mundo se pinte de rosa y que la nostalgia se apodere de todas y todos aquellos que en alguna parte de su vida tuvieron una (o varias) de las versiones de la famosa muñeca de Mattel.
Con un récord de entradas en países como Estados Unidos y Canadá, donde durante su estreno recaudó 162 millones de dólares en entradas vendidas, el fenómeno desatado por la película Barbie ha generado ya preguntas sobre el origen de la muñeca, el cual muchos trazan en Alemania, diez años después de finalizado el régimen nazi.
Bild Lilli Doll, la muñeca que inspiró la creación de Barbie
Bild Lilli Doll es hoy un objeto de culto anhelado por los más férreos coleccionistas de juguetes y tiras cómicas. La historia del personaje se remonta a una Alemania en franca recuperación (1955), en donde el llamado milagro económico se hacía presente.
Lilli es la muñeca que, según la propia Ruth Handler, cofundadora del conglomerado Mattel, inspiró la creación de Barbie en un ya lejano 1956, cuando la conoció durante un viaje de vacaciones a Suiza.
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La agencia internacional Efe resalta, en un texto reciente, que la famosa Lilli vio la luz por primera vez como una caricatura que, improvisadamente para llenar un espacio, salió publicada en la página dos del primer número del periódico alemán Bild, el cual aún se publica.
Las viñetas, no dirigidas a un público infantil, sino todo lo contrario, fueron creadas por el caricaturista Reinhard Beuthien. La página dos del diario citado fue todo un éxito debido a que mostraba a una Lilli con curvas, cintura de avispa, independiente y con una cola de cabello que resaltaba su afilado rostro.
Lilli cobra vida propia como muñeca
Tras publicarse a diario, la caricatura de Lilli cobró “vida propia” cuando los editores de Bild deciden crear una muñeca a partir del personaje, la cual, tras su lanzamiento, se vendió como pan caliente en Alemania y otras partes del mundo.
La muñeca, dirigida al público adulto femenino, nació, en un inicio, rubia, pero conforme se fue popularizando su cabellera se tornó pelirroja y negra. Los atuendos de Lilli, cuyo primer tiraje fue de 130 mil modelos, se extendía más allá de las 150 prendas, bikinis y abrigos.
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Finalmente, la muñeca, que se vendía en dos modelos de 19 y 30 centímetros, llegaría a las manos de Ruth Handler, la creadora de Barbie, en 1956 en Suiza, donde se hallaba de vacaciones con su hija.
Narraría Handler, en su diario, según la agencia citada, que tanto ella como su hija, quedaron “fascinadas” con la muñeca que materializaba una de sus ideas que ya había presentado con antelación (cinco años atrás) a algunos diseñadores en Estados Unidos, sin mucha suerte.
Lilli también llegó al cine
En 1958, Lilli también fue precursora de la llegada al cine de una muñeca cuando se estrenó la película “Lilli, una chica de la gran ciudad” dirigida por el director austriaco Hermann Leitner y protagonizada por la actriz Ann Smyrner y el actor Adrian Hoven, una especie de Ken, aunque el muñeco aún no existía.
La película narra las aventuras de Lilli en su profesión como periodista y su cobertura en una convención misionera en Sicilia que deviene en un asesinato, lo que desata una trama que va de la comedia al género policiaco.
De cuando Barbie desplazó a Lilli
Tras haber conocido a la popular muñeca alemana durante sus vacaciones en Suiza, la cofundadora de Mattel, Ruth Handler, hizo que le mandaran algunos modelos a Los Ángeles, Estados Unidos, donde volvió a insistir en la creación de una muñeca similar pero estadounidense.
Fue un 9 de marzo de 1959 cuando, con Lilli como antecesora, durante una feria del juguete en Nueva York, surge en el mercado Barbie, muñeca que en su primer año de vida llegó a vender 300 mil modelos.
- El dato: La muñeca fue bautizada como Barbie por Barbara Handler Segal, hija de Ruth Handler. Su nombre significa, redactada con “b” minúscula, “mujer joven, estilizada y atractiva, que presta mucha atención a su aspecto y a su indumentaria”, mientras que con “B” mayúscula hace referencia a la marca registrada en 1959.
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Mientras la muñeca estadounidense se vendía cada vez más, la alemana veía su final en su representación en papel el 5 de enero de 1961 y en su versión de plástico en 1964, cuando Mattel terminó por comprar los derechos de Lilli por 25 mil dólares.
La agencia internacional Efe refiere que el diario que dio vida a Lilli, Bild, conserva actualmente solo tres muñecas originales de esta muñeca alemana “bien guardadas en una caja fuerte”, mientras que, en contraparte, Barbie genera ganancias anuales de entre mil 700 y mil 900 millones de dólares.
