Dentro de las leyendas mexicanas de terror, la Fuente de los Muñecos es una de las que no puede faltar, una historia de fantasmas que sigue erizando la piel de los habitantes de Puebla.
Se dice que en el barrio de Xonaca, en Puebla, un lugar muy lindo, rodeado de calles estrechas y empedradas, para más señas entre la 22 Oriente y 18 Norte, se ubica la “Fuente de los Muñecos”, la cual tiene dos esculturas de mosaicos que representan a dos hermanos.
Esta fuente encierra una enigmática leyenda y uno de los misterios más famosos de Puebla. Frente a la iglesia de la Candelaria estaba localizada la casa de campo del exgobernador Maximino Ávila Camacho, su caballerango tenía dos hijos, de seis y siete años de edad, los cuales salieron rumbo a la escuela.
Era un día que llovía intensamente y los hermanos no regresaron por la tarde, nunca más se volvió a saber de ellos. Todos en el barrio los buscaron, pero jamás encontraron sus cuerpos, se sospecha que cayeron en un pozo de agua cercano a la casa.
Tras la desaparición de los niños se construyó la Fuente de los Muñecos
Al enterarse de la trágica historia, el patrón ordenó construir una fuente de talavera en memoria de los hermanitos desaparecidos. Por esta razón se le conoce como la Fuente de los Muñecos.
Pero más allá de ser un memorial, los vecinos aseguran que por las noches se puede ver a dos niños correr y jugar por las calles e incluso se pueden escuchar sus risas. Al amanecer, todo vuelve a estar en silencio porque los hermanitos regresan para convertirse nuevamente en piedra y adornar la Fuente de los Muñecos.
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