“La Bikina” es uno de los temas que se popularizaron en la voz de Luis Miguel, el “Sol”. El tema surgió de la pluma de Rubén Fuentes, compositor mexicano que murió, a los 95 años, el pasado 5 de febrero. Pero ¿quién inspiró la letra? Unotv.com te dice la historia de la canción.
¿Andaba sola y era altanera? La historia de “La Bikina”
Aunque al tema de Rubén Fuentes lo rodean varios mitos, uno afirma que la canción de “La Bikina” fue en honor a una bailarina del Teatro Blanquita, cuando el reciento era uno de los más importantes de la industria del espectáculo en la Ciudad de México.
Y tal parece ser que ésa es la verdad, según contó la mujer que inspiró el tema, que, en voz de Luis Miguel, supera los 189 millones de reproducciones en el video oficial.
Se trata de Sanjuana Reyna, quien fue una bailarina que cautivó a más de uno en el Teatro Blanquita y que se hacía llamar “Bikina”, mote que surgió gracias a una revista de la época, según reveló al programa Ventaneando.
“Había una revista que se llamaba titina y pikina, pero yo le quite la ‘p’ y la otra letra del centro y le puse una ‘k’ y una ‘b’, y le puse Bikina, porque me gustó más bikina que pikina. Entonces ya se me quedó el nombre de Bikinia mis twist, porque decían que era muy buena para bailar twist”.
Sanjuana Reyna
Reyna recuerda que fue su amistad con Jesús Rodríguez, violinista del Mariachi Vargas, lo que dio pie a que el músico creara la melodía a la que, más tarde, Rubén Fuentes le pondría letra.
¿La “Bikina” sí es como la pintan?
Sanjuana Reyna, madre del luchador “Shocker”, consideró que sí hay parte de razón en la letra que hizo Rubén
“Pasó el tiempo, me casé y todo, y me enteró que el señor Fuentes le había puesto La Bikina”.
Sanjuana Reyna
De acuerdo con la exbailarina, la letra de Rubén Fuentes sí describe un poco su vida, pues recordó que ella llegó sola la capital de nuestro país.
“Llegué al Teatro Blanquita, sin conocer a nadie. Solita. Así andaba, sola para todos lados, por eso es ‘solitaria, camina La Bikina’”.
Sanjuana Reyna
Además, destacó que su pena era la soledad, misma que, dijo, “es una pena muy grande”.
“Solitaria, camina La Bikina
Y la gente se pone a murmurar
Dicen que tiene una pena
Dicen que tiene una pena, que la hace llorar
Altanera, preciosa y orgullosa
No permite la quieran consolar
Pasa luciendo su real majestad
Pasa, camina y nos mira sin vernos jamás”