El fallo de un juez de Los Ángeles, California, obliga al actor estadounidense Kevin Spacey a pagar casi 31 millones de dólares a la productora de la serie “House of Cards”, de la cual fue despedido en medio de un torbellino de acusaciones de abuso sexual.
Se trata de la más reciente derrota legal de Kevin Spacey, la estrella de Hollywood estaba en batalla judicial contra la productora MRC, a cargo del renombrado éxito del streaming.
Spacey protagonizó cinco temporadas de “House of Cards” hasta que varias denuncias de acoso sexual contra compañeros de trabajo fueron divulgadas por medios de comunicación.
“MRC no tenía conocimiento de este tipo de conducta por parte de Spacey con miembros del elenco o del equipo de trabajo del programa”, afirmó la productora en uno de los documentos judiciales.
La productora sostiene que tras las denuncias por acoso y agresión sexual en 2017 suspendió al actor y ordenó una investigación que determinó que “Kevin Spacey rompió con estipulaciones en los acuerdos de actuación y producción ejecutiva que fijan los estándares de conducta en el lugar de trabajo, incluyendo incumplir la política de acoso de MRC“.
Un juez de arbitraje falló en octubre de 2020 que Spacey debía pagar 29.5 millones de dólares además de gastos de representación, a la productora que tuvo que rediseñar la serie debido a la salida de Frank Underwood, , el principal personaje de la serie interpretado por el dos veces ganador del Oscar.
El actor había solicitado a la justicia invalidar la indemnización millonaria argumentando que el juez de arbitraje incurrió en fallas procesales al momento de evaluar los daños.
Sin embargo, el juez Mel Red Recana, del tribunal superior de Los Ángeles, ratificó la decisión, ordenando al actor a cumplir con la indemnización.
Kevin Spacey niega todas las acusaciones de acoso en su contra, que frenaron su premiada carrera y que correspondieron con el surgimiento del movimiento #MeToo, que nació a partir del caso del productor Harvey Weinstein.
En otro caso el mes pasado, Kevin Spacey, de 63 años, se declaró no culpable ante un tribunal de Londres por acusaciones de acoso sexual presentadas por tres hombres y que datan de hace más de 10 años.