Julio Chávezmontes Jato Velandia es un productor y guionista que ha producido más de 20 películas a lo largo de su carrera, que consta de tan solo 12 años.
Estudio en la Universidad de Chicago, de donde se graduó con honores en 2005. Además hizo una Maestría en Bellas Artes en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago.
Su carrera dentro de la industria del cine comenzó en 2011, cuando co-escribió y produjo Halley, dirigida por Sebastian Hofmann, y co-producida por Mantarraya Producciones.
En ese mismo año, fundó PIANO con Hofmann, una de las principales productoras de cine de arte en México y América Latina donde Halley fue precisamente la primera película que se estrenó bajo ese sello, que buscaba dar un espacio a proyectos ‘diferentes’.
“Halley” su ópera prima
La ópera prima de Julio Chavezmontes y Sebastián Hoffman es una aproximación diferente al género zombie al ser cine contemplativo.
Cuenta la historia de Alberto, un guardia de seguridad de un gimnasio, donde los cuerpos atléticos, musculosos y fuertes contrastan con el suyo: piel pegada a sus huesos, un color sin vida y prácticamente larvas saliendo de sus extremidades para convertirse en moscas. Alberto está muerto y se está descomponiendo.
Chavezmontes platicó con Unotv.com sobre cómo ha sido el camino durante más de dos décadas creando cine y reconoció que “Halley” ocupa un lugar muy especial en su corazón.
“Es la que siento más cerca porque la escribí y produje junto con Sebas, marca sin duda parte de mi proceso como artista”, compartió el productor de 40 años.
Aquella primera producción en la que participó se hizo acreedora a ocho premios, incluyendo el Sitges New Visions, el Cinevision en Munich, el AQCC y la Mención Especial del Jurado en el Festival de Cine Fantasia.
Otra de las cintas que le ha otorgado múltiples reconocimientos es Tiempo Compartido, por la cual ganó en 2018 el premio a Mejor Guión en el Festival de Cine de Sundance, mismo donde se estrenó el filme.
Chavezmontes se convirtió en el primer productor mexicano en estrenar película en los festivales de Berlín, Cannes, Venecia y Toronto en el mismo año.
“Hacer una película es un acto de fé, que requiere cosas que en realidad deberían de ser imposibles de lograr, siempre que uno ve un plan de rodaje, lo que se supone que tienes que hacer, en el tiempo en que lo tienes que hacer, el dinero que tienes que tener, dices esto es imposible, pero hay que creer que sí se puede”, declaró Julio Chavezmontes.
“El Triángilo de la Tristeza”, primera nominación al Oscar para Julio Chavezmontes
“El Triángulo de la Tristeza”, cinta que hace una crítica a la sociedad desde diferentes aristas, es una coproducción entre México, Dinamarca y Reino Unido, que compitió en la categoría de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion en la edición 95 del Oscar.
El productor y guionista mexicano Julio Chavezmontes, y su empresa PIANO, por primera vez estuvieron dentro de las nominaciones de los premios de la Academia.
“Las nominaciones fueron una inmensa sorpresa y además una gran felicidad, por alguna razón las cosas buenas uno nunca se las espera. Esta película me ha dejado un sinfín de alegrías”, reveló Julio.
La película fue filmada en Suecia y Grecia durante la pandemia, pero según el mexicano, gracias al liderazgo de su director, Ruben Östlund lograron un “extraordinario” resultado, tras superar grandes obstáculos.
Julio Chavezmontes “sin miedo a la crítica”
Desde antes de iniciar su carrera como creador de cine, Julio tenía muy claro el tipo de películas que le interesaba filmar, alejadas de las grandes producciones e historias comerciales.
“Yo creo que cuando uno hace una película con libertad, uno sabe que el público puede responder a ella con libertad y eso incluye a los críticos. No se vale hacer una película libre y luego poner reglas de cómo la debe de recibir la gente y qué es lo que tiene que pensar, yo creo mucho en la diversidad de opiniones”, agregó el mexicano.
Para Julio es importante que las películas generen un diálogo, está convencido que existen películas que son como una atracción en la feria, donde la gente se sube a la montaña rusa, la disfrutan mucho y ya, ahí acabó el viaje, él busca generar una propuesta en la que el público puede o no coincidir.
Recordó que cuando visitó por primera vez el Festival de san Sebastián, con la cinta “Halley” asistió “con gran ingenuidad”, pues fueron con un corte de trabajo, era un a película que estaba aún en construcción.
“Me acuerdo que había gente que nos saludaba y era muy amigable con nosotros antes de la función y después de la función se cruzaba la calle cuando nos veían como estos locos, quienes son, había como esta sensación de rechazo a la película y yo me acuerdo que Sebastián estaba muy afectado. Yo le dije a mí me da igual, o sea, nosotros somos punk y da igual, no vinimos a complacer a nadie”, reveló Julio.
Posteriormente, al estrenarse la película dijo Chavezmontes, la reacción fue completamente distinta: “hay cosas que necesitan tiempo para ser procesadas, para ser digeridas y para que encuentren su lugar”.