El 18 de mayo de 1980 el músico fundador de la banda Joy Division, Ian Curtis, decidió terminar con su vida a los 23 años dejando tras de sí un legado musical que fue corto pero de alcances inimaginables y una personalidad recordada como el más brillante de los seres lúgubres.
Joy Division con tan sólo un disco y a días del lanzamiento de su segunda placa se había consolidado como un referente de la llamada escena mancuniana, caracterizada por su sonido fúnebre y las letras lúgubres de Curtis que daban voz a una nueva generación de atormentados.
Sin embargo, Curtis decidió ponerle fin a todo de una manera sumamente dramática.
El atormentado final de Ian Curtis
El suicidio Ian Curtis se produjo el 18 de mayo de 1980, horas antes de que Joy Division emprendiera su primera gira a Estados Unidos, algo que marcaba la ascendente curva de la banda originaria de Mánchester que comenzaba a ganarse un nombre a nivel mundial.
Paradójicamente, la creciente fama del grupo ejercía una presión sobre Curtis, quien estaba sumergido en una hondonada de problemas mentales debido a sus relaciones amorosas con su esposa Deborah, madre de su única hija, y su amante Annik Honoré; sus problemas de salud debido a sus ataques epilépticos que eran más fuertes, mientras que su consumo de medicamentos, alcohol y cocaína iba en aumento.
El desenlace fatal de Ian Curtis llegó como una de las oscuras letras que escribió para Joy Division; tras una noche en soledad, vio la película “Stroszek” de Werner Herzog que narra la vida de un músico fracasado que decide suicidarse; Curtis abrió una botella de whisky; puso en el tornamesa el disco “The Idiot” de Iggy Pop, producido por David Bowie y grabado en Alemania; para finalmente colgarse en de un tendedero dentro de su casa.
Antes de su muerte se dio a la tarea de escribir una carta de despedida, cuyo contenido su esposa Deborah ha mantenido en secreto para el mundo.
El legado de ian Curtis no se apaga
A 41 años de la muerte de Ian Curtis su legado sigue muy presente, las canciones de Joy Division marcaron una nueva era del rock, alejada del punk y de la música disco que dominaban las listas en esos tiempos.
Ian Curtis y Joy Divisipn encarnaron un nuevo sonido, basados en ritmos minimalistas y profundamente oscuros que sentaron una influencia para un sinfín de bandas del siglo XXI; asimismo ha inspirado películas como “Closer”, documentales y libros.