Hamamat Montia, quien ganó el título de Miss Ghana en 2007, dejó los grandes lujos para regresar a su aldea natal y empezar una nueva vida.
Montia comenzó su carrera en el mundo del modelaje siendo muy joven, lo que permitió convertirse en Miss Malaika para después coronarse como Miss Ghana y participar en Miss Universe Africa, hecho que le cambió la vida.
La riqueza y fortuna le empezaron a sonreír a la joven, su vida personal cambió y llegó a casarse y fruto de esa unión tuvo a sus dos hijas.
Después de separarse de su esposo, y presentar dificultades económicas, Hamamat tomó a sus hijas y regresó a la aldea donde la vio nacer para empezar una nueva vida.
Un nuevo comienzo
Tras llegar a la aldea donde pasó sus primeros años de vida, la situación no era fácil, ya que no tenía dinero y tenía que subsistir. Poco a poco familiares la empezaron ayudar para que se adaptara a su nueva vida.
No pasó mucho tiempo para que la ex Miss se empezara a interesar en el producción de manteca de karité que se realizaba en el lugar y con lo aprendido decidió emprender su propio negocio.
La fortuna le volvió a sonreír a la modelo, ya que gracias al lanzamiento de su línea de belleza Hamamat African Beauty, donde el producto estrella es la keratina artesanal, varias marcas la empezaron a buscar.
Gracias al éxito de su producto artesanal, Montia se convirtió en una empresaria reconocida en la zona y su historia de emprendimiento le abrió las puertas tanto que ha sido invitada en un foro de economía en África, además también inauguró el primer museo de manteca karité.