Si algo alcanzaron los pioneros de la salsa es convertirse en leyenda y en esta ocasión vamos a hablar de Héctor Lavoe y su canción “El día de mi suerte”, tema que se escucha en “Bardo, falsa crónica de unas falsas verdades”, la película del director mexicano Alejandro González Iñárritu.
En “Bardo”, el personaje principal se enfrasca en una exploración personal, en la que lo mismo hay crisis que anhelos, y en una parte de la cinta, se elevan los ánimos con la voz del cantante puertorriqueño.
“El día de mi suerte”, historia de la canción de Héctor Lavoe
El tema se lanzó en los años 70 y es una joya de las colaboraciones que llegó a tener Héctor Lavoe con Willie Colón. Es una canción del disco “Lo Mato”, de la dupla que fue parte del boom de la salsa catapultada al mundo desde Nueva York.
Pronto llegará
El día de mi suerte
Sé que antes de mi muerte
Seguro que mi suerte cambiará
Es parte de la canción
La letra habla de angustias con líneas como “cuando era niño mi mamá se murió”, sin embargo, también tiene un mensaje esperanzador: “no llores, nene, que tu suerte cambiará”.
A la vez, el toque de suerte que anuncia la canción es la otra cara de la moneda de lo que atravesó Héctor Lavoe en la vida real: la muerte de su hijo en un accidente, los conflictos con su esposa Puchi y sus problemas de adicción a la droga.
Y son justo estos altibajos de la vida los que quizá coinciden con la búsqueda existencial del personaje con el que Iñárritu aborda su lado más personal.
“El día de mi suerte” es parte de los éxitos que la dupla Lavoe-Colón grabó en el grupo que compartieron, la Fania All Stars, colectivo en el que también figuraron Celia Cruz, Tito Puente y Rubén Blades.
En la Fania, Lavoe se ganó el mote de “La Voz”, mientras que por su compañerismo con Colón fueron conocidos como los “chicos malos” del movimiento latino neoyorquino, porque en sus canciones hay un estilo callejero.
Hablan de los pesares del migrante que una vez llegando a una prometedora ciudad, no puede esquivar circunstancias de las que precisamente huyó, situación por la que el público se identificó con su música.