Hanae Mori, la pionera de la moda que llevó los motivos japoneses a la alta costura mundial y creó el vestido de novia de la emperatriz Masako, falleció a los 96 años.
Apodada “Madame Butterfly” debido a su motivo fetiche, las mariposas, Mori murió el 11 de agosto, indicó el jueves la agencia de noticias Kyoto, citando el despacho de la modista y sin dar más detalles.
Las lujosas creaciones manuales de Hanae Mori fueron usadas por Nancy Reagan, Grace Kelly e incontables miembros de la alta sociedad japonesa incluida Masako, que se convirtió en emperatriz de Japón en 2019.
Ella también fue pionera entre las mujeres japonesas, una de las pocas que encabezó una corporación internacional.
La diseñadora solía destacar la necesidad de transmitir a las nuevas generaciones “la importancia de la creación artesanal”, señalando que “las capacidades del ser humano están desapareciendo en esta era de la informática”.
“Cuando los seres humanos trabajan con sus manos, sus capacidades creativas se amplifican”, dijo a AFP en 2006.
Nacida el 8 de enero de 1926 en una zona rural en el oeste de Japón, Hanae Mori estudió literatura en la Universidad Cristiana de Mujeres de Tokio. Pero decidió reorientarse hacia la moda tras casarse con Ken Mori, directivo en la industria textil.
Algunos de los sorprendentes diseños de la diseñadora
La revelación de Coco Chanel en Hanae Mori
A los 25 años, en un Tokio que renacía de la Segunda Guerra Mundial, abrió su primera tienda enfrente de un cine.
Y fue una suerte: saliendo de una película, un director japonés se fijó en sus diseños y le encargó el vestuario para su próximo film, el primero de cientos de largometrajes japoneses en los que colaboraría.
Tras estos inicios vinculados a la gran pantalla, su carrera la llevó a Nueva York y París, buscando la inspiración explorando como clienta en las galerías y las tiendas de alta costura.
Así acudió al estudio de Coco Chanel que, tras estudiar rápidamente a su clienta del “país del Sol Naciente”, le sugirió un conjunto naranja brillante para contrastar con su melena negra azabache.
Ese consejo la dejó perpleja y se convirtió en una revelación para Hanae Mori: “Todo el concepto japonés de belleza se basa en la ocultación (…) De repente me di cuenta de que tenía que cambiar mi enfoque y hacer ropa que ayudara a las mujeres a destacar”, explicó más tarde.
Su primera colección internacional, en 1965 en Nueva York, celebraba el “Encuentro Este-Oeste”, un motivo que marcaría toda su creación: una mezcla del toque occidental combinada con motivos inspirados en kimonos, flores de cerezos, pájaros y mariposas.
Su consagración definitiva se produjo en 1977 al abrir su taller en París y acceder a la Cámara Sindical de la Alta Costura de esa ciudad, la primera asiática en conseguirlo.
Aunque cerró su taller parisino en 2004, después de su última muestra allí, las tiendas Hanae Mori aún funcionan en Tokio y sus fragancias se venden en todo el mundo.