Los misterios en torno a la vida de los personajes de “El Chavo del 8” no paran y ahora toca el turno de hablar sobre lo que realmente ocurrió con el papá de “Quico”, el famoso niño cachetón de la serie que es hijo de “Doña Florinda”.
“Quico” fue interpretado por el actor Carlos Villagrán en el programa más popular de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”. Junto con “El Chavo del 8”, “La Chilindrina” y “Ñoño” se convirtió en uno de los personajes más queridos por millones de niños en México y Latinoamérica.
Sobre la historia del papá de “Quico”, el niño consentido, presumido y antipático de la vecindad de “El Chavo”, se sabe que fue en un capítulo en el que se habló de él y que quizá no llamó mucho la atención de los fanáticos.
¿Qué pasó realmente con el papá de “Quico”?
En el episodio en cuestión, el “Profesor Jirafales” (Rubén Aguirre), “Doña Florinda” (Florinda Meza) y “Quico” estaban sentados la sala de su casa cuando llegó el momento de hablar del papá del niño, amigo inseparable de aventuras de “El Chavo del 8”.
En la reunión que mantienen los tres, comienzan a recordar momentos del pasado mientras contemplan un álbum de fotos, es ahí cuando “Doña Florinda” recuerda cómo era su esposo y lo que sucedió con él.
El papá de “Quico”, del Chavo del 8, se llamaba Federico
El papá de “Quico” se llamaba “Federico”. De acuerdo con “Doña Florinda”, el hombre fue un marino que viajaba seguido por ello sus ausencias y el motivo por el que no se encontraba con ellos.
En el capítulo, el gran amor del “Profesor Jirafales” también dijo que su esposo falleció cuando el barco en el que viajaba pereció en el mar. Ante la tragedia “Quico” llegó a comentar que a su papá se lo había tragado una ballena y por lo tanto, el señor “Federico” descansaba en pez en lugar de descansar en paz.
A la par de “El Chavo del 8”, “Quico” fue uno de los niños más queridos del programa. Ambos competían muy de cerca cuando se trataba de saber quién era el favorito del público.
De las frases más recordadas de “Quico”, están:
- “¡No me simpatizas!”
- “¡Me doy!”
- “Ay, ya, cállate, cállate que me desespeeee…ras!”
- “¡Chusma, chusma… prr!”