El repertorio musical de México es grande y vasto, temas como “El son de la negra” han pasado de generación en generación y es tal la importancia de las melodías, que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se ha dado a la tarea de conocer el origen. Unotv.com te da detalles de la icónica canción.
“El son de la negra”: el origen
De acuerdo con una investigación de Jesús Jáuregui, investigador del INAH, el tema se colocó como el más representativo de la cultura mexicana, aun sobre el “Jarabe tapatío“, a finales del siglo XX.
Según la investigación emprendida por el especialista en mariachi, “El son de la negra” se compuso entre 1814 y 1821, aproximadamente, y “sólo era tocado localmente”.
“Intento demostrar el origen escrito de ‘El son de la negra’, puesto que a principios del siglo XIX no se tenían tan codificados los géneros como ahora; hoy llamamos son a un conjunto de ritmos que se llamaban, por ejemplo, el catorce, el palomo, el borrego”.
Explicó el experto
De acuerdo con Jauregui, “El son de la negra” llegó a la Ciudad de México como parte de la migración de músicos provenientes de Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán y se sabe que la primera grabación data de 1929 por Los Trovadores Tamaulipecos.
La popularidad del son data de varias décadas atrás, pues por allá de los años 30 se tocaba en el emblemático Tenampa.
Sin embargo, no fue hasta los años 40 y 50 que “El son de la negra” fue registrado bajo la autoría de Rubén Fuentes Gasson y Silvestre Vargas Vázquez, según consta en la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).
¿Qué dice la canción?
La canción se convirtió en un ícono y emblema del mariachi en México debido a que, entre otras razones, “es más breve, explosiva, compacta y a que se trata de una pieza forjada prácticamente por el sentimiento popular mexicano”, según explica Jauregui.
La letra habla de una mujer que ha enamorado a un hombre.
“Negrita de mis pesares
Ojos de papel volando
Negrita de mis pesares
Ojos de papel volando
A todos diles que sí
Pero no les digas cuando
Así me dijiste a mí
Por eso vivo penando”