Maggie Hegyi dice que últimamente hemos escuchado hablar mucho de las grasas buenas, las malas, las transy la comida libre de ésta; pero realmente no sabemos dónde y cómo la encontramos en nuestros alimentos.
Maggie Hegyi destaca que el cuerpo necesita la grasa, pero también necesita carbohidratos y proteínas, “ha habido un boom por el alimento saludable y eso incluye a este tipo de lípidos”.
No obstante, no todas son iguales. Aunque la necesitamos en nuestra alimentación, debemos comerlas con moderación y escogerlas sabiamente: algunas son “buenas”, mientras que otras son “malas”.
“Las grasas no saturadas son las buenas, principalmente se encuentran en las verduras, en los frutos secos, en las legumbres, en la semillas, en el pescado, aguacates, aceite de oliva y aceitunas”.
Maggie Hegyi
Las no saturadas son liquidas a temperatura ambiente, mientras que las gracias saturadas son del tipo malo, pero en realidad no son tan malas.
Las saturadas son sólidas a temperatura ambiente, por ejemplo, las encontramos en la carne de res, en algunos pescados, en pollo, en el aceite de palma o de coco y en algunos quesos.
“Las grasas trans es así son las peores, la mayoría de éstas son de origen sintético, se encuentran en productos procesados como hamburguesas, hot dogs, pizzas, frituras y en algunos tipos de panes”.
Maggie Hegyi
Maggie Hegyi recomienda a los consumidores siempre revisar la parte de atrás de los productos y si dice “hidrogenado” o “parcialmente hidrogenado”, seguro, trae grasa trans, aun si la etiqueta de información nutricional diga “0 gramos”.
Las grasas malas plantean una amenaza al corazón y vasos sanguíneos porque incrementan la producción de colesterol del cuerpo; también provocan coágulos de los vasos sanguíneos, o aterosclerosis. Si hay un bloqueo en el flujo de sangre hacia el corazón, esto puede llevar a un ataque cardíaco. Si los vasos sanguíneos en el cerebro se bloquean, esto puede llevar a un accidente cerebro vascular; además se incrementan los riesgos de cardiopatía coronaria.
La Asociación Americana del Corazón recomienda reducir las grasas trans y hacer de las saturadas solo del 5% al 6% de las calorías totales diarias. Por ejemplo, si comes aproximadamente 2 mil calorías al día, no más de 120 de esas calorías deben provenir de estos alimentos al día.
