Ricardo González Gutiérrez, mejor conocido como el payaso Cepillín, murió este lunes y deja un gran hueco en el corazón de los niños de varias generaciones que crecieron con el “payasito de la tele”, por eso contamos la tierna historia de cómo un odontólogo llegó a ser el payaso más famoso de México.
Cepillín es originario de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, donde terminó sus estudios de odontología en la Universidad Autónoma de Nuevo León, (UANL), sin embargo, para poder llevar a cabo su práctica profesional con los menores decidió pintarse la cara como payaso.
El personaje fue llamado Cepillín ya que nació para parecer más amigable con sus pacientes infantiles y la mejor manera fue pintarse ser un amable y amigable payaso y asi dar sus consultas.
La Facultad de Odontología comenzó a promover campañas de salud bucal dirigidas a niños que eran transmitidas por televisión y en ellas participaba Cepillín.
Debido al éxito, el arquitecto Héctor Benavides ofreció a Cepillín que trabajara en un programa televisivo de lunes a viernes. El show permaneció al aire en Nuevo León hasta 1977.
Cepillin dejó por completo la odontología a seis meses de titularse y viajó a la Ciudad de México donde comenzó a trabajar en Televisa con un programa diario que lo llevó a ser el payaso más famoso de México y otros países porque su personaje que nació en un consultorio odontológico se llegó a transmitir a 18 países de América, con bastante éxito.
Esa es la historia de como Ricardo González Gutiérrez pasó de cuidar la sonrisa de los niños en su consultorio del odontólogo a ser el creador de esas sonrisas con su personaje Cepillin que ahora ya toca con su orquesta en un lugar mejor.
