Carmen Salinas falleció este jueves luego de que fuera hospitalizada de emergencia el pasado 11 de noviembre, la primera actriz atravesó una situación difícil de salud en las últimas semanas que la llevó a permanecer en terapia intensiva.
Pero la vida de Carmen Salinas no fue fácil, la primera actriz había vivido una tragedia hace varios años con la muerte de su hijo Pedro Plascencia Salinas.
La tragedia de Carmen Salinas
La actriz, que alcanzó la fama con diversas películas mexicanas e icónicas telenovelas, enfrentó la pérdida de su hijo, quien murió en 1994 tras ser diagnosticado con cáncer de pulmón y estómago.
“Cuando le descubrieron el cáncer, a los siete meses se fue”.
Carmen Salinas.
Carmen Salinas recordaba el calvario que vivió junto a su hijo, producto de su matrimonio con Pedro Plascencia. En entrevistas para programas como HOY, la famosa, que falleció este jueves, habría compartido los duros momentos.
Plascencia Salinas, que murió a los 37 años de edad, relataba a su madre los fuertes dolores que enfrentaba por la enfermedad y el tratamiento. Incluso, llegó a pensar en el suicidio.
“Él quería que le dieran una pistola porque se quería dar un balazo. No aguantaba los dolores. No aguantaba los dolores, todo hinchado por la quimioterapia”.
Carmen Salinas.
La famosa, que también sufrió pérdidas familiares durante la pandemia de COVID-19, había refirido cómo fueron los últimos momentos de su hijo.
“Había un amigo de él, músico, lo tenía agarrado de la mano y mi nuera le pone un tocadiscos, le pone una música relajante y de pronto estaba agachada y me dice el padre: ‘Carmelita, ya se fue Pedrito’, caí al suelo, desmayada y me pusieron el oxígeno que tenía mi hijo”.
Carmen Salinas
El duro camino para convertirse en madre
Para Salinas, quien a principios de año lamentaba la muerte de su hermano Sergio, el camino para convertirse en madre no fue nada sencillo. Pues, en algunas ocasiones recordó los abortos que sufrió.
Incluso, previo a ser madre de Pedro Plascencia, Carmen Salinas tuvo un pequeño que nació prematuramente y que, lamentablemente, murió al poco tiempo.