La tradicional cena de Navidad está a la vuelta de la esquina y va siendo necesario sacar de la alacena la vajilla que utilizamos en ocasiones especiales, limpiar los adornos que engalanarán nuestra mesa y sacar brillo a los cubiertos.
Con el objetivo que todo quede reluciente y de que aguante un poco más para la cena de Año Nuevo, hay algunos trucos que puedes aplicar sin gastar tanto y utilizando elementos al alcance de tus manos para, por ejemplo, dejar tus cubiertos (tenedor, cucharas y cuchillos) con un brillo que causará la envidia de más de uno.
¿Cómo dejar mis cubiertos como espejos?
La ginebra te puede ayudar. Con tan sólo humedecer un trapo con un poco del líquido y frotar los cubiertos u objetos de metal que deseas limpiar, les puedes dar un brillo impecable.
Toma en cuenta que la ginebra no es precisamente un insumo barato el cual puedas estar comprando para tener relucientes tus utensilios de cocina, sin embargo, puedes hacer uso de una ginebra barata y te dará resultados increíbles.
Una opción más económica para el brillo
Si lo que tú quieres es dejar ese cuchillo, cuchara y tenedor tan limpio que hasta puedas ver tu rostro en él, lo recomendable es limpiarlos, concienzudamente, con bicarbonato y agua.
Ingredientes para el limpiado:
- 10 mg de bicarbonato
- Agua en una bandeja o cubeta
La receta:
Calienta un poco el agua para que quede tibia y añade el bicarbonato. Mezcla e introduce los cubiertos que quieras que queden relucientes. Deja reposar.
Es importante que pasando unos minutos saques cada pieza y la seques perfectamente con un trapo limpio. El resultado te sorprenderá.
El mismo procedimiento se puede utilizar con los elementos decorativos de plata que decidas utilizar para tu gran cena.
No quedaron limpios ¿qué hago?
No te preocupes, si no quedaste satisfecho con el resultado y viste que alguna mancha se niega a abandonar tu cubierto, hay otras fórmulas mágicas.
Usa agua oxigenada
Para limpiar tus cubiertos también puedes utilizar agua oxigenada y un algodón para frotarlos hasta que alcancen el brillo que te guste más.
Es importante dejar secar y posteriormente enjuagar con agua para secarlos con un trapo limpio.
El vinagre blanco no falla con los cubiertos
Otro de los trucos a los que puedes recurrir para limpiar tus objetos de metálicos, incluidos los cubiertos, es el vinagre.
El proceso, en este caso, es un poco más complejo pues requerirás, además del vinagre blanco, bicarbonato de sodio y un cepillo de dientes
La mezcla: Vierte el vinagre en un recipiente, agrega una o dos cucharadas de bicarbonato, dependiendo de los cubiertos a limpiar y, con el cepillo de dientes, comienza a tallarlos.
Deja reposar los cubiertos unos minutos, enjuaga con abundante agua fría, sin jabón, seca con un trapo limpio y listo, podrás ver tu rostro reflejado en algunos de ellos.