El cantante de regional mexicano, Alfredo Olivas, no fue secuestrado en Zacatecas por un grupo armado, según informó el propio intérprete al subir una historia en su cuenta de Instagram.
La publicación de Alfredo Olivas fue hecha este mediodía, luego de que en redes sociales se comenzó a hablar de que un grupo armado, en Zacatecas, lo habría secuestrado tras asaltar a su equipo de trabajo. El manager del cantante, Alex Jiménez, también dijo a medios de comunicación que no le ocurrió nada.
Alfredo Olivas acompañó su historia en Instagram con el mensaje: “¡Qué está pasando, doctor!”
Autoridades de Zacatecas hablan al respecto
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Zacatecas confirmó que en ningún momento se tuvo conocimiento de alguna denuncia sobre la privación ilegal del cantante Alfredo Olivas, un hecho reportado por algunos medios de comunicación debido a la fuerte movilización policíaca registrada en los límites entre Zacatecas y Coahuila.
Alejandro Jiménez, representante del artista, confirmó vía telefónica que el cantante se encontraba sano y salvo en su hogar, y que durante la mañana el artista no atendió llamadas debido a que estaba descansando.
Desde temprana hora, fuentes de la Guardia Nacional (GN) confirmaron que, sobre la carretera federal 54, se desplegó un operativo especial de la División Caminos, entre la cabecera municipal de Concepción del Oro, en Zacatecas, hasta la comunidad El Palmar, del municipio de Saltillo, en Coahuila, luego del reporte de un asalto a un vehículo donde viajaban integrantes del staff de Alfredo Olivas, quienes, luego de concluir un concierto, se trasladaban de la ciudad de Monterrey hacia Zacatecas durante la madrugada de este martes.
- Las víctimas fueron sometidas por civiles fuertemente armados y privados de la libertad durante algunos minutos, pero luego fueron liberados tras concretarse el atraco.
Después de este hecho de violencia, las autoridades de Coahuila reforzaron el blindaje que mantienen con Zacatecas. Esta zona ha sido señalada por las autoridades como una región de máxima peligrosidad debido a que los automovilistas pierden señal telefónica durante al menos una hora, por lo que quedan expuestos a las células delictivas que constantemente cometen asaltos a los viajeros que atraviesan el semidesierto, donde tampoco hay presencia de corporaciones de seguridad pública.