A propósito del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, en la cartelera del séptimo arte podemos encontrar películas de grandes directoras.
Varda por Agnès
La francesa Agnès Varda, sentada en el escenario de un teatro, desmenuza los momentos más significativos de su carrera como cineasta, haciendo una introspección de los procesos que la llevaron a filmar películas memorables como Sin techo ni ley (1985). Varda por Agnès fue la última producción de la pionera de la Nueva Ola Francesa, un largometraje de no-ficción realizado pocos meses antes de su muerte:
- Agnès Varda fue una mujer que creció en el movimiento de la nueva ola francesa y pocos directores en el mundo, tienen la oportunidad de despedirse de la vida, no sin antes hacer un documental sobre sí mismos, sobre su cine.
En un autorretrato, a la directora Agnès Varda la conocimos en México. Vino varias veces a visitar la Cineteca Nacional y otros lugares, se robó el corazón de todo el mundo porque era una mujer de una creatividad y de una lucidez impresionante.
El despertar de las hormigas
Desde Costa Rica llega el trabajo de Natalia Salas, largometraje que responde al nombre de: El despertar de las hormigas.
Cuenta una historia que a muchas mujeres del mundo entero le pasa cuando ya hay suficientes hijos y de repente el marido dice pues yo quiero tener ahora el varón y a ver cómo le hacemos.
En El despertar de las hormigas la protagonista es una mujer que tiene ya compromisos, tiene una función como modista en el pueblo en el que vive y de repente dice ya no, un hijo más, ya no.
El prófugo
Natalia Metá, directora argentina, presenta una película interesante; la historia de una chica que después de unas vacaciones bastante catastróficas, se dedica a cuestiones de audio, graba voces para doblaje, en fin. Y de pronto la chica empieza a escuchar un montón de sonidos extraños que la van acosando cada vez más.
La película, de repente, se va un poco hacia el thriller, hacia el terror, pero lo interesante de una muy joven directora argentina, es saber utilizar elementos que otros directores no usan: el sonido.
En El prófugo, el sonido es una herramienta increíble del cine y aquí te va creando una atmósfera muy ominosa que finalmente resulta en una película interesante.
