“31 minutos”, la increíble historia de cómo nació esta serie

Historia De Minutos
Detalle exposición “Museo 31” de “31 minutos”. | Foto: Museo Franz Mayer.

Este jueves, el Museo Franz Mayer inauguró la exposición “Museo 31”, la cual presenta una retrospectiva de los 20 años de historia del popular noticiero infantil chileno “31 Minutos”. Por ello, en Unotv.com te presentamos la historia de este famoso programa de televisión, que tiene a mayor fanaticada fuera de Chile, todo de viva voz del curador de esta exposición.

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La fantástica historia de “31 minutos”

¿Cómo inicia el programa “31 minutos”?

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”, el origen del programa “31 minutos” se remonta 20 años atrás cuando dos amigos invitados Pedro Peirano y Álvaro Díaz se juntan, invitados por un canal de televisión chilena, para proponer una idea de un nuevo programa de televisión.

“Estos dos amigos que juntan, y viendo que la televisión actual está terriblemente mal, tiene muchos que desear, creen que lo mejor que pueden hacer es hacer un programa de televisión que se ríe de la televisión, esa es como la idea original”, dijo Delano durante una conferencia de prensa.

Posteriormente, el especialista narró que “para poder lograr esto son conscientes de que no pueden solos y entonces invitaron a un grupo artístico llamado ‘La nueva gráfica chilena”, invitan a un músico Pablo Ilabaca del grupo “Chancho en piedra” e integran a distintas personas del mundo audiovisual. Conjuntamente se dan cuenta que pueden abordar esto como grupo”.

Después de conformar el equipo de trabajo, sus creadores pasaron a definir qué formato podría ser el mejor para hacer un programa de televisión que se riera de la televisión real y actual de Chile y que pudiera trabajarse desde la colectividad y otorgara libertad de creación.

“El noticiero era perfecto. El noticiero permite formatos cortos, muy variados, que pueden hablar de todo tipo de cosas y tener una gran libertad”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

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¿Por qué usaron títeres para hacer “31 minutos”?

Delano contó que los creadores de “31 minutos” empezaron a probar todo tipo de cosas hasta que “de repente logran el descubrimiento clave para el proyecto […] empezaron a darse cuenta que cualquier cosa cotidiana, cualquier objeto si tú le ponías ojos o boca podía ser un personaje. Y este personaje si lo hacías moverse y tener algún tipo de narración podía contar una historia de la manera más divertida y de la manera más original”.

De acuerdo con el experto, “ese descubrimiento fue clave” y así fue como “todo comenzó a cobrar vida”. Sin embargo, señaló que esto no fue suficiente “necesitaban más y tenían que expandirse”. De esta manera fue como los creadores de “31 minutos” comenzaron a hacer títeres”.

“Lo interesante del títere es que es una entensión del humano. No soy yo, pero es mi brazo, este brazo es la expansión mía, tiene su propia vida y puede por ende tener una libertad total. No eres tú mismo, eres un intérprete y podías ser todo tipo personas, pero tú podías darle un alma propia a ese títere y claro, todos con un enorme potencial creativo”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

Así fue como, a partir de utilizar objetos cotidianos, comenzaron a crear los icónicos títeres de “31 minutos” que las personas conocen.

“Trapos sucios, viejos, botones, retazos, objetos se empiezan a unir y empiezan a generar los títeres más curiosos”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

Un dato curioso que destacó el curador de la exposición “Museo 31” es que en un inicio los títeres eran “bastante horribles”, pero que “con el proceso se fueron puliendo y transformando en una verdadera obra de arte”.

El origen de los famosos títeres de “31 minutos”

Antes de que Tulio Triviño fuera el conductor del noticiario “31 minutos”, los creadores del programa decidieron que un pez vivo podría ser la opción.

“Había que tener un presentador de este noticiero, y entonces había que pensar cómo podían reírse y pensaron en lo más ridículo y posible que podía existir y se les ocurrió que por qué no presentaba el noticiero un pez”, según contó el Delano.

“Consiguen un pequeño bowl, ponen al pez y empiezan a hacer que este pequeño pez empiece a narrar distintas noticias y a narrar distintas cosas. Pero lamentablemente no eran los mejores cuidadores de peces y al cabo de semanas, el pez ya estaba muerto”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

Ante la muerte del pez, los creadores decidieron que “tenían que inventar otra cosa”, y de esta manera fue como los títeres ocuparon la pantalla, contó Delano.

De acuerdo con el experto, los creadores de “31 minutos” querían que los títeres encarnaran “personajes humanos”. Por ello y con la intención de no “traicionar lo humano” fue como decidieron que los personajes no tenían que “idealizar a los humanos”.

“Los personajes como son, como farsantes, embusteros, mentirosos, ladrones, pero también honestos, amables, vulnerables. Había que meter todo el gran espectro de la humanidad dentro de estos personajes”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

Esto incluía el lenguaje, por ello Delano señaló que “en el lenguaje, la clave tenía que ser el humor”, ya que, aseguró, “el humor era el epicentro de todo aquello, tenía que hacer reír” pero, “reír sin gravedad, sin discursos, simplemente humor cotidiano al alcance de todos, que te mira horizontalmente a los ojos”.

De esta manera fue como los televidentes podían ver que los personajes se contradecían y se equivocaban. Logrando que las personas se relacionaran bastante con ellos.

No obstante, lo interesante de todo esto, es que, según narró el curador, a través de lo cotidiano, lo precario y haciendo reír los personajes y sus creadores podían “tocar lo más profundo de la humanidad, como la lealtad, el compañerismo, la igualdad, la inexistencia, la discriminación, la consciencia ecológica, la resiliencia y lo más importante de todo, la amistad de todos los personajes que son lo más diversos posible”.

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La música y canciones de “31 minutos”

Un aspecto que según José Delano, encargado de la curaduría de la exposición “Museo 31” que por primera vez se presenta fuera de Chile, fue de suma importancia para el proyecto de “31 minutos” fue la música, ya que ésta fungió como el aglutinante de todas las ideas que sus creadores ya tenían pensadas”

“Necesitaban algo que fuera divertido, que pegara y que se apropiara y lo único que logra hacer esto es la música, la cual empieza a ser el elemento que aglutina toda esta historia y que empieza a convencer a la gente de que este programa tenía un futuro un potencial enorme”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

Sin embargo, el verdadero secreto consistió en que sus creadores “se dieron cuenta de que las canciones infantiles básicas del pasado ya no pegaban a nadie y tampoco los convencían, tenían que ser cool”. De esta forma fue como incorporaron a las canciones de “31 minutos” punk, rock, pop, folck y hasta hip-hop.

Todas las canciones como “Tangananica” o “Mi muñeca me habló”, por sólo mencionar algunas, hablan “de lo más básico, hablan en un lenguaje infantil. Este lenguajes infantil con un sonido cool empiezan a despertar no sólo al niño pequeño, sino al niño adulto también”.

“Las canciones pegaron desde un inicio y las personas querían escucharlas. Empezaron a sonar en la radio y a través de esto y del ‘boca a boca’ la gente empieza a ver el programa y se empieza a acostumbrar a estos personajes y realmente quererlos y seguir este proyecto”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

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El escenario, así crearon el set “31 minutos”

De la misma forma que los personajes de “31 minutos” fueron creados con objetos cotidianos, los escenarios del programa nacieron los escenarios.

“Empiezan a usar los cartones, lo cotidiano. La casa, el objeto, la casa misma de los creadores, las calles eran el escenario donde todo esto empieza a ocurrir. Solamente había que crear un escenario como tal, que era el noticiero  y todo lo demás era lo que estaba al alcance de la mano”.

José Delano, curador de la exposición “Museo 31”

La clave del éxito de 31 minutos

Tras 20 años de existencia, cuatro temporadas de televisión, más de 70 capítulos, 5 álbumes musicales, 9 en vivo, cinco libros, juegos, una película, otra más en camino, “31 minutos” ha sido un éxito total.

Esto, debido a que, según Delano, “este proyecto busca convencerlos a todos, y por ello es que funciona desde al más pequeño, al abuelo más viejo. Sirve para todo tipo de público”.

Además, de que “31 minutos” tiene un “alto nivel de creatividad que incentiva a la imaginación, al juego, a divertirse y creer que todo es posible. Al sentirnos creativos no nos sentimos limitados y podemos aspirar a todo, a soñar, a reír y muy importante para estos tiempos a pensar positivo”.

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