La vicepresidenta Kamala Harris hace campaña el martes en el disputado estado de Wisconsin por primera vez como candidata presidencial. Después de asegurarse el suficiente apoyo de delegados demócratas para despejar el camino hacia su nominación.
Harris emergió como la candidata demócrata después de que el presidente Joe Biden, de 81 años, abandonó su campaña de reelección el domingo. Tras semanas de llamamientos desde dentro de su propio partido para que pusiera fin a su candidatura, cuestionando su capacidad para vencer al expresidente Donald Trump o para completar otro mandato de cuatro años.
Harris, la candidata de Biden
Menos de 36 horas después de que Biden respaldó a Harris, ella se aseguró la candidatura el lunes por la noche al obtener el compromiso de apoyo de la mayoría de los delegados del partido que la decidirán, dijo la campaña.
“Estoy orgullosa de haber conseguido el amplio apoyo necesario para convertirme en la candidata de nuestro partido”, dijo Harris en un comunicado. “Estoy deseando aceptar formalmente la nominación en breve”.
Un sondeo no oficial de delegados realizado por Associated Press mostraba a Harris con más de 2 mil 500 delegados, muy por encima de los mil 976 necesarios para ganar una votación en las próximas semanas. Los delegados aún podrían, técnicamente, cambiar de opinión, pero nadie más recibió algún voto en la encuesta de AP y unos 54 delegados se declararon indecisos.
El ascenso de Harris modifica radicalmente unas elecciones en las que muchos votantes estaban descontentos con sus opciones. Lastrado por preocupaciones como su edad y los altos precios que siguen pesando en la economía familiar de los estadounidenses, Biden había ido perdiendo terreno frente a Trump en las encuestas de opinión. Sobre todo en los estados indecisos que probablemente determinen la elección, entre ellos Wisconsin, Arizona y Nevada.
Wisconsin, un estado indeciso
El viaje a Wisconsin ofrece otra oportunidad a Harris, la primera mujer negra y asiático-estadounidense que ocupa la vicepresidencia, para revitalizar la campaña de los demócratas. Está previsto que intervenga en un acto político en Milwaukee a las 18:00 horas GMT.
Harris, de 59 años, ofreció el lunes una idea de cómo planea atacar a Trump, refiriéndose a su pasado de persecución de “depredadores” y “defraudadores” como fiscal del distrito de San Francisco y fiscal general de California.
“Así que escúchenme cuando digo que conozco a la clase de Donald Trump“. Dijo sobre su rival, un delincuente convicto que fue declarado responsable de agresión sexual en un tribunal civil.
Si bien una oleada de demócratas de alto rango se ha alineado detrás de Harris. El grupo por la justicia racial Black Lives Matter cuestionó el martes la rapidez con la que se decidió su candidatura.
Convención Nacional Demócrata
Pidió unas primarias nacionales virtuales antes de la Convención Nacional Demócrata que se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago, donde el partido designará formalmente a su candidato.
“Pedimos al Comité de Reglas que cree un proceso que permita la participación pública en el proceso de nominación. No sólo una nominación por parte de los delegados del partido”, dijo Black Lives Matter en un comunicado a Reuters. “Este momento exige una acción decidida para proteger la integridad de nuestra democracia y las voces de los votantes negros”.
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Wisconsin está entre un trío de estados del cinturón industrial que incluyen Michigan y Pensilvania y que son críticos para las posibilidades de los demócratas de derrotar a Trump.
“Hay independientes y jóvenes a los que no les gustaban sus opciones. Y Harris tiene la oportunidad de ganárselos”, dijo Paul Kendrick, director ejecutivo del grupo demócrata Rust Belt Rising.
Harris también ha estado recaudando fondos para su campaña, que dijo el lunes que había recibido 100 millones de dólares desde que Biden desistió el domingo. Superando los 95 millones de dólares que la campaña de Biden tenía en el banco a finales de junio.
Trump y sus aliados han tratado de mantener a Harris atada a algunas de las políticas más impopulares de Biden. Incluido el manejo de su Gobierno de la oleada de migrantes en la frontera sur.