El presidente Joe Biden ganó suficientes delegados este martes para sellar la nominación del Partido Demócrata, y se avecina un enfrentamiento contra el expresidente Donald Trump en lo que sería la primera revancha de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en casi 70 años.
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Biden necesitaba mil 968 delegados para ganar la nominación, una cifra que Edison Research dijo que aprobó el martes por la noche cuando comenzaron a llegar los resultados de las primarias en Georgia, por delante de los resultados esperados de Mississippi, el estado de Washington, las Islas Marianas del Norte y los demócratas que viven en el extranjero.
Votantes tomarán una decisión sobre futuro de EU: Joe Biden
Biden emitió un comunicado después de la noticia, apuntando a lo que llamó la “campaña de resentimiento, venganza y retribución de Trump que amenaza la idea misma de Estados Unidos”, agregó.
“Los votantes ahora tienen que tomar una decisión sobre el futuro de este país. ¿Vamos a levantarnos y defender nuestra democracia o dejar que otros la derriben? ¿Restauraremos el derecho a elegir y protegeremos nuestras libertades o dejaremos que los extremistas nos las quiten?” él dijo.
Se esperaba que Trump consiguiera la nominación del Partido Republicano más tarde el martes, cuando 4 estados celebraron elecciones, incluido Georgia, el campo de batalla donde el empresario enfrenta cargos penales por sus esfuerzos por anular los resultados estatales de 2020.
El resultado está esencialmente predeterminado, después de que la última rival de Trump para la nominación republicana, la exembajadora de la ONU, Nikki Haley, pusiera fin a su campaña presidencial tras la actuación dominante de Trump la semana pasada en el Súper Martes, cuando ganó 14 de 15 contiendas estatales.
Mientras tanto, Biden enfrentó sólo una oposición simbólica en la campaña primaria demócrata, aunque los activistas liberales frustrados por su apoyo a la guerra de Israel en Gaza han convencido a una minoría considerable de demócratas a votar “sin comprometerse” en protesta.
Joe Biden vs Donald Trump
Ambos hombres ya han centrado su atención en las elecciones generales del 5 de noviembre y celebraron mítines opuestos en Georgia el sábado.
En Rome, Georgia, Trump, de 77 años, repitió nuevamente su falsa afirmación de que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas y acusó a la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, de procesarlo por motivos políticos. También atacó a Biden por no haber logrado frenar el flujo de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, un tema que pretende mantener al frente y al centro durante toda la campaña, como lo hizo en 2020.
La campaña de Biden lanzó una fase más agresiva el viernes, anunciando que Biden recorrería varios estados en disputa en medio de una compra de publicidad de 30 millones de dólares. La campaña dijo que recaudó 10 millones de dólares en las 24 horas posteriores al discurso sobre el Estado de la Unión de Biden, lo que aumentó la ventaja financiera de los demócratas sobre los republicanos.
Hasta el lunes, Trump necesitaba 139 delegados adicionales para alcanzar los mil 215 necesarios para asegurar la nominación presidencial republicana, según Edison Research. Hay 161 delegados en juego el martes en Georgia, Hawaii, Mississippi y el estado de Washington.
Votantes sin entusiasmo
El último enfrentamiento presidencial repetido tuvo lugar en 1956, cuando el presidente republicano Dwight Eisenhower derrotó al exgobernador de Illinois, Adlai Stevenson, un demócrata, por segunda vez.
Este año, los votantes han expresado poco entusiasmo por una repetición de las amargas elecciones de 2020, y las encuestas públicas de Reuters/Ipsos muestran que tanto Biden como Trump son impopulares entre la mayoría de los votantes.
Los innumerables cargos criminales de Trump (enfrenta 91 cargos por delitos graves en cuatro acusaciones distintas) podrían dañar su posición entre los votantes suburbanos y bien educados cuyo apoyo históricamente ha luchado por obtener.
Está previsto que se convierta en el primer expresidente estadounidense en ser juzgado en un caso penal el 25 de marzo en Nueva York, donde enfrenta cargos de falsificación de registros comerciales para ocultar pagos de dinero a una estrella porno para mantener su silencio.
Generalmente, se cree que el caso más grave en su contra es la acusación federal en Washington, D.C., acusándolo de conspirar para revertir las elecciones de 2020. Pero el caso está en suspenso después de que la Corte Suprema de Estados Unidos aceptó escuchar el reclamo de inmunidad presidencial de Trump, y no está claro si se puede llevar a cabo un juicio antes del día de las elecciones.
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Biden se ha visto perseguido por la percepción entre la mayoría de los votantes de que es demasiado mayor para cumplir un segundo mandato de 4 años, aunque sus aliados creen que su encendido discurso sobre el Estado de la Unión puede servir para contrarrestar esa noción.
La crisis actual en la frontera entre Estados Unidos y México, donde la afluencia de inmigrantes ha abrumado al sistema, es otra debilidad de Biden. Ha tratado de transferir la culpa a Trump después de que el expresidente instó a los republicanos del Congreso a anular un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza que habría intensificado la aplicación de la ley.
La economía, como siempre, será un tema central de la campaña. Biden ha presidido una economía en expansión, con una presión inflacionaria disminuyendo y las acciones alcanzando máximos históricos. Pero las encuestas muestran que los estadounidenses no están dispuestos a darle crédito al presidente y están frustrados por los altos precios de artículos como los alimentos a raíz de la pandemia.
