Este lunes comenzará en Chicago, Estados Unidos, la Convención Nacional Demócrata (DNC, en inglés) 2024, que se enfocará, entre el 19 y el 22 de agosto, en confirmar a Kamala Harris como la candidata presidencial tras la renuncia de Joe Biden a la búsqueda de la reelección.
Mientras tanto, entre la dimisión del actual presidente estadounidense a contender por un segundo mandato, y las oleadas de manifestaciones y violencia, alrededor de la DNC 2024 resuenan algunos “ecos” de 1968.
¿Qué esperar de la Convención Nacional Demócrata 2024?
La Convención Nacional Demócrata, o DNC 2024, se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois, donde se prevé que este lunes, tras la inauguración, la vicepresidenta Kamala Harris pronuncie un discurso, como en su momento lo hizo Donald Trump al inicio de la convención Republicana.
Asimismo, durante el evento se espera la presencia de diversas personalidades demócratas, como:
- Joe Biden
- Barack y Michelle Obama
- Hilary y Bill Clinton
- Tim Waltz
- Brandon Johnson (alcalde de Chicago)
- JB Pritzker (Gobernador de Illinois)
- Jill Biden
- Doug Emhoff (esposo de Harris)
- Charles E. Schumer (líder del Senado)
- Hakeem Jeffries (líder de la Cámara de Representantes)
A la par, participarán algunos influencers locales y nacionales, en busca de atraer a los votantes jóvenes, mientras que se prevé una afluencia de 50 mil militantes y simpatizantes del partido que tiene un burro como mascota.
¿Por qué la Convención Nacional Demócrata recuerda a la de 1968?
Así durante la cita, que se desarrollará entre este lunes y jueves, estará centrada en la ratificación de la candidatura presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris, quien ya cuenta con los votos necesarios para encabezar a los demócratas rumbo a las elecciones del 5 de noviembre, presenta numerosas coincidencias con aquella, memorable, que tuvo lugar hace 56 años.
Chicago
Para empezar con las similitudes entre las dos convenciones demócratas, ambas comparten escenario: Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, a orillas del lago Michigan, en el estado de Illinois.
En esta ocasión, los eventos se desarrollarán en el United Center, antes Chicago Stadium y exsede de los Chicago Bulls de la NBA, así como en el enorme centro de convenciones McCormick Place, entre otros puntos a lo largo de la ciudad.
Renuncias presidenciales
Asimismo, hace apenas unas semanas el presidente Joe Biden, de 81 años, anunció que abandonaría la carrera por la reelección en medio de las preocupaciones sobre su salud por su edad. En 1968, otro mandatario demócrata, Lyndon Baines Johnson, tomó esa misma decisión, aunque por razones diferentes.
Ambos fueron luego reemplazados después por sus respectivos vicepresidentes. En este caso, es Kamala Harris, quien se prevé que tome la batuta de la campaña, luego de nombrar al gobernador de Minnesota, Tim Walz, para ir en fórmula con ella por el 1-2 de la Casa Blanca.
Protestas
De igual forma, en esta ocasión Estados Unidos vive una ola de protestas en torno a la guerra en Gaza y la política de apoyo a Israel por parte de la administración Biden. Se prevé la llegada de manifestantes propalestinos a los alrededores del evento demócrata.
En 1968, otra guerra dominaba el panorama político previo a las elecciones: la de Vietnam, en la que EU estaba directamente implicado en el terreno. Ese año, la convención se vio sacudida por grandes protestas y una respuesta policial brutal, con cientos de heridos y detenciones.
Entre los disturbios, los asesinatos políticos y la agitación política reinante, 1968 fue llamado “el año que cambió Estados Unidos”. Para algunos observadores, 2024 bien podría seguirle en importancia en ese plano. El historiador David Farber piensa que 2024 “no es un gemelo, sino un eco” de 1968.
“Creía que el fantasma de 1968 había sido realmente enterrado”, dijo el profesor de la Universidad de Kansas, autor de “Chicago”. Las protestas que estallaron en los campus universitarios “sobre la situación entre Gaza e Israel” lo llevaron a corregirse. “Fui demasiado rápido”, señala.
El equipo de Kamala Harris tiene motivos para preocuparse, agrega Farber. “Estoy seguro de que todas las personas involucradas en esta campaña están conteniendo la respiración en este momento”.
El jefe de policía de Chicago, Larry Snelling está decidido a impedir disturbios como los de más de medio siglo atrás. “Tienen derecho a manifestar”, pero “no permitiremos que la gente venga y destruya esta ciudad”, advirtió. “Estamos listos”.
Divergencias en el ‘68
En 1968 nada salió según lo planeado. El presidente L.B.J. sorprendió a los estadounidenses al anunciar en marzo que no buscaría un nuevo mandato. Unos días después, el mayor referente afroamericano del movimiento de derechos civiles, Martin Luther King Jr, caía asesinado.
Las protestas, a veces violentas, se extendieron por varias ciudades, incluida Chicago. En junio, Robert F. Kennedy moría baleado. El hermano del presidente J.F.K., asesinado en 1963, era entonces el favorito para convertirse en candidato demócrata de cara a los comicios presidenciales de noviembre.
En un mensaje desde Chicago, la AFP señalaba que la convención demócrata de 1968 había comenzado “en una atmósfera de profundas diferencias” y “graves temores por las elecciones de noviembre”.
El candidato del partido, Hubert Humphrey, vicepresidente de L.B.J., perdió finalmente ante el republicano Richard Nixon.
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¿Ecos o exageraciones?
Sin embargo, para algunos expertos los paralelismos entre 1968 y 2024 son exagerados. “Es más bien una historia de contrastes”, dice el historiador Frank Kusch, autor de “Battleground Chicago”, un libro sobre la convención de 1968.
La cita demócrata de aquel año se produjo “justo después de asesinatos políticos y en un contexto de disturbios raciales que ya tenían casi dos años”, sin olvidar el “levantamiento generacional contra la guerra” de Vietnam. “No hay nada ahora que pueda ser realmente comparable con todo eso”.
De igual forma, a la Convención Nacional Demócrata de 1968 se la recuerda efectivamente por las grandes divisiones que allí se manifestaron. En esta de 2024, en cambio, Kamala Harris recibirá un respaldo prácticamente unánime de su partido.
Para David Farber, la emergencia, en la década de 1970, del sistema de primarias, quitó relevancia a las convenciones. Desde entonces, “sólo llegan a ser importantes si luego algo sale mal”, dijo. “Creo que en este momento los demócratas están preocupados precisamente por eso”.