El debate político es una herramienta importante en cualquier sistema democrático, ya que permite a los candidatos exponer sus propuestas y contrastar sus ideas ante el público. Sin embargo, es cierto que los debates rara vez provocan cambios radicales en las preferencias electorales de manera inmediata. Más bien, tienden a reafirmar las opiniones preexistentes de los espectadores.
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En este caso particular, Jesús Silva, destaca que si bien el debate puede no haber cambiado las preferencias de los espectadores, sigue siendo relevante porque ofrece una visión de cómo los candidatos se desenvuelven y presentan sus ideas.
Creo que son útiles, no tanto porque vaya a darse ese vuelco, sino porque sí proporcionan una aproximación a la forma de reaccionar y conducirse de los aspirantes a puestos de elección popular.
Silva también señala que los debates políticos a menudo están demasiado estructurados y deberían ser más abiertos y espontáneos, lo que permitiría que la personalidad de los candidatos se muestre de manera más auténtica.
Destaca la actuación de Salomón Chertorivski como notablemente superior, mostrando conocimiento, elocuencia y una clara convicción en sus argumentos, sin embargo opina, no es un candidato que este compitiendo pues la pelea es entre Brugada y Taboada.
Además, Silva comenta sobre la percepción de la contienda entre Clara Brugada y Santiago Taboada, destacando la defensiva posición inicial de Brugada y la sensación de que la competencia se está intensificando. También resalta el enfoque de Brugada en las clases sociales, contrastándolo con la política de la 4T respaldada por el presidente.
En resumen, aunque los debates políticos pueden no cambiar radicalmente las preferencias electorales, siguen siendo relevantes para proporcionar información sobre los candidatos y la dinámica de la contienda electoral.